Con dos años y medio esta niña se desvive por curar conejos afectados con mixomatosis

Aroa es hija de un cazador. Con dos años y medio, acompaña a su padre en los campeos de sus podencos, y desde que conoció lo que es la mixomatosis y lo que les hace a los animales que la sufren, se lleva a casa a los conejos enfermos que encuentra en esos campeos para curarlos y soltarlos cuando estén recuperados.


 Conejo mixomatosis
Conejo mixomatosis

Agustín Ramírez es un cazador de Arcos de la Frontera que está maravillado con el compromiso y el amor por los animales que su hija de dos años y medio demuestra cada día.

«Siempre que voy al campo, ella viene conmigo a pesar de lo pequeña que es. Tiene mucha afición por al campo y los perros», nos cuenta su orgulloso padre.

Es innegociable: cada conejo enfermo que encuentran, intentan salvarlo

Pero su pasión no acaba en los perros. Aroa, esta jovencísima hija de cazador, cada vez que encuentra un conejo afectado por mixomatosis, le insiste a su padre para que lo lleven a casa. Su objetivo innegociable: «intentar salvarlo y luego soltarlo en el campo».

Esta pequeña conoce los efectos de la enfermedad en los conejos. Su padre se lo explicó cuando encontraron el primer conejo afectado, y lo entendió perfectamente. Pero aquel día, ante aquel conejo, también fue el primero en el que Aroa decidió que no iba a mirar para otro lado. Hasta que su padre accedió, no paró de pedírselo. Cogieron un animal que estaba condenado a una muerte casi segura y lo llevaron a casa.

Alimento y curas en las partes afectadas

«Aroa me ayuda a alimentarlos bien y a limpiarles los ojos con suero», cuenta su padre. «Y, cuando el conejo está recuperado, vamos al lugar donde lo encontramos, y allí lo soltamos».

Este cazador y su hija nos confirman que todos los años recogen y curan varios conejos.

Comparte este artículo
Autor: 
  
12659 0

Publicidad