La presión de los ecologistas hace que un ayuntamiento de Castellón prohíba la escuela de Parany

El presidente de Apaval, entidad organizadora del evento, Miguel Ángel Bayarri, considera que es un «grave ataque contra la libertad de expresión», ya que los más radicales han presionado al ayuntamiento para que se censure la historia de una actividad cinegética perteneciente a la tradición de la zona.


 Parany
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La Asociación de Paranyers de Apaval, presente en Valencia, Cataluña, Aragón y Baleares, ha recibido una trágica noticia: el ayuntamiento de Canet lo Roig, en Castellón, ha suspendido el acto de la Escuela Infantil del Parany, enclavado dentro de la XVIII edición de la Fira del Oli, por las presiones ecologistas.

El acto trataba de conmemorar la cultura de los barraquers, muy arraigada en el municipio, y que hasta hace poco se practicaba con naturalidad, como parte de las costumbres de sus habitantes.

Los ecologistas radicales y Compromís-Verdes-Equo han boicoteado la actividad, que solo pretendía recordar la cultura y tradiciones de esta tierra olivera.

«La obsesión por aniquilar cualquier asunto relacionado con el tema Parany es enfermiza», explican desde la asociación, ya que los más radicales no distinguen que se trata de una actividad cinegética, que ya no se práctica, con un fuerte arraigo cultural y ancestral entre la gente del norte de Castellón.

Un ataque contra la cultura

«Esto es un ataque contra la cultura valenciana, una prohibición de una muestra folclórica y una tradición inocente, que intenta eliminar la memoria colectiva y la fuerte cultura de un pueblo, una provincia y una comunidad», explica el presidente de Apaval, Miguel Ángel Bayarri Montesinos.

En declaraciones a Club de Caza, Miguel A. Bayarri aseguró que la suspensión es una «traición a la historia». Hasta ahora, no habían tenido problemas en la escuela y siempre se centraron en explicar los cuidados que necesitan los árboles y los reclamos metálicos utilizados para esta tradición, que practicaban los padres y abuelos de los niños.

«Es historia, no estamos diciéndoles que tienen que salir a cazar», explica el presidente de Apaval, que también asume que la alcaldesa ha recibido presiones que han obligado a suspender el acto. «Parece ser que no quieren ni que hablemos de caza ni expliquemos cómo se cazaba antes», cuenta Miguel Ángel.

«Esto es un fuerte golpe y duro a la libertad de expresión. Esto es el monopolio de los ecologistas, y no se puede permitir», explica este hombre, firme defensor de la actividad. «¿Cómo pueden obligarnos a que no mostremos las tradiciones de los pueblos?», pregunta Miguel Ángel, apenado por los acontecimientos.

Un curso educativo y preciso

El Curso Infantil de Parany iba a instruir a los niños en historia, a mostrarles la caza más tradicional y a enseñarles las especies cinegéticas españolas. Además, abordaría la evolución del Parany y el método de selección. La alcaldesa, María Ángeles Pallarés, ha aclarado que «esta modalidad de caza es ilegal, y así lo es también el material didáctico». Algo que desde Apaval no comparten. La alcaldesa también ha recalcado que no era su intención la de herir sensibilidades. Más de 40 niños ya estaban inscritos en la actividad con el apoyo de sus padres, y la regidora anticipó que no se celebrará en ediciones posteriores.

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