Fue un cazador quien denunció al rehalero en la feria de caza de Jaén

La semana pasada saltaba a los medios la noticia sobre la denuncia llevada a cabo contra el dueño de un cachorro de podenco que mató a dos conejos durante una exhibición de caza celebrada en el marco de la feria de Ibercaza, Jaén. Club de Caza ha tenido acceso a información en exclusiva sobre este caso.


 Podencos
Podencos

Un rehalero de Vilches, dueño de un podenco que participaba en una exhibición durante la última edición de la feria de la caza de Jaén, Ibercaza, celebrada el pasado 23 de septiembre, fue denunciado por un espectador por supuesto maltrato animal.

El cachorro de podenco, adiestrado para esta actividad cinegética, acabó con la vida de dos conejos jóvenes que habían sido soltados dentro del recinto vallado y delimitado donde se estaban celebrando las muestras, en el interior del pabellón de IFEJA.

El denunciante es un cazador

El denunciante, que se encontraba como espectador del evento junto a su hija cuando el can mató a los dos conejos, es aficionado y practicante de la actividad venatoria.

Este señor se acercó hasta el stand que la propia Guardia Civil tenía en la feria, representado por el SEPRONA, para denunciar los hechos, alertando, además, que había menores presenciando el acto. El Servicio de Protección a la Naturaleza tramitó la denuncia y aún no se conoce el escrito de acusación del fiscal, por lo que se desconocen los cargos que se imputarán al rehalero, aunque probablemente tenga que sentarse en el banquillo de los acusados por dos delitos de maltrato animal, uno por cada conejo muerto.

En fase de instrucción

La denuncia, que ha quedado de oficio en manos del Ministerio Fiscal, al no personarse el denunciante, se encuentra en fase de instrucción.

La organización de esta feria, una de las ferias más importantes realizadas en IFEJA, anunció en su programa la celebración de Pruebas de actitud de cachorros de perros de caza con conejo, prueba que consiste en soltar los conejos en un recinto vallado, en el que previamente se han colocado varias ramas para simular la maleza del monte y dar protección. A continuación entra en acción el podenco que buscaba entre las ramas hasta dar con su presa.

La acusación se basa en que el evento contaba con permiso administrativo «siempre y cuando se garantizara el bienestar de los animales» utilizados en las exhibiciones. La defensa ha negado los cargos al entender que se trata de una actividad cinegética y que se contaba con los permisos necesarios para realizar tal exhibición, que «debería ser considerada como un ejercicio de caza y fue un accidente en sí».

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