Conduce 200 km cada día para cuidar y dormir junto a su perra de caza enferma

Daniel Fernández es un joven cazador malagueño que trabaja de taxista. Pero él no es el protagonista de esta historia. La verdadera protagonista es Cometa, una podenca de 15 años que merece todos los cuidados que su propietario le dedica.


 Podenca
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«Le voy a devolver todo lo que me ha dado durante tantos años. Cualquier esfuerzo se queda pequeño». Estas son las palabras de Daniel al contarnos que lleva ya unos días deseando terminar su largo turno de taxista para conducir otros 200 kilómetros y así llegar al lugar donde tiene a sus perras.

Una podenca preciosa con 15 años

Cometa tiene 15 años. Es una veterana cazadora que con tan solo dos años contrajo leishmaniosis. Desde entonces, este cazador no ha reparado en gastos para tratar esta enfermedad. Ha perdido la cuenta de lo que lleva gastado en ella, porque realmente no es lo que le interesa. Nos repite que lo único que le importa es que Cometa esté bien.

La perra está operada de infección de útero, el veterinario le ha tenido que intervenir las orejas, además de los costosos tratamientos contra la leishmaniosis… Además, ahora ha sido atacada por su compañera, que la ve más débil.

A la perra le ha pasado de todo. Pero siempre ha tenido a su lado a Daniel, que no ha escatimado en gastos a la hora de apostar por su recuperación. «Y ahí la tienes, siempre se ha recuperado, y con 15 años sigue cazando y disfrutando de la caza».

200 km todos los días y dormir a su lado

Actualmente, Cometa necesita cuidados cada día. La perra que había estado años junto a ella, al verla mayor y más débil, la atacó. Por ello, Daniel las separó y, cuando acaba su largo turno en el taxi, cada día conduce otros 200 kilómetros para cuidar de Cometa: «No podía ni levantarse ni comer», nos cuenta, «ni siquiera tenía fuerza para mover el rabo. Pero para eso estoy yo, para darle la comida si le hace falta. Una cosa es que se vaya apagando poco a poco, y otra es cortarle la corriente. Eso nunca, la cuidaré todo lo que haga falta. Voy a devolverle todo lo que me ha dado a mí, tanto en el campo, cazando, como a nivel de cariño, que me lo ha dado todo».

Daniel nos lo cuenta tras decirnos que lleva varios días durmiendo en la perrera, junto a Cometa, después de 15 horas de trabajo y 200 kilómetros de camino.

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