Los ecologistas piden que se suban los impuestos a la caza para controlarlos ellos y crear ‘Espacios libres de caza’

Cinco organizaciones ecologistas han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que ponga en marcha reformas concretas de los impuestos para incorporar criterios ambientales y 13 nuevos impuestos que incentiven o penalicen actividades, conductas y decisiones según su impacto ambiental.


 Rueda de prensa grupos ecologistas
Rueda de prensa grupos ecologistas

Club de Caza ha estado en la rueda de prensa de los 5 grupos ecologistas y te lo cuenta de primera mano. Se trata del documento Propuestas de fiscalidad ambiental: avanzando hacia un mundo más justo y sostenible, desarrollado por los grupos ecologistas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF.

Que el cazador pague y los ecologistas controlen ese dinero

Asunción Ruiz, directora ejecutiva de Seo/BirdLife, ha recalcado que los gravámenes fiscales pretenden salvar la biodiversidad, tildando la práctica de la caza como «altamente impactante».

En su discurso ha destacado que «el disfrute de la Naturaleza en aquellos usuarios que realmente crean un impacto negativo a todo el patrimonio natural de la sociedad española, debe tener algún gravamen fiscal. Se trata de gravar a los titulares de los cotos de caza»

¿Y qué pretenden que se haga con ese dinero los grupos ecologistas? Simplemente, controlarlo ellos, como así ha reconocido Ruiz: «Siendo muy poquito dinero para los titulares, podría aportar medios suficientes para, por ejemplo, tener más dinero en el Fondo de patrimonio de la Biodiversidad (…) para abordar la conservación y restauración de nuestros ecosistemas».

El contenido del documento

En él se incluye reformar impuestos como el IVA, el IRPF o el Impuesto sobre Sociedades para que se beneficien fiscalmente actividades que los ecologistas consideran más sostenibles.

En este documento de ecofiscalidad, encontramos la demanda de la creación de nuevos impuestos sobre la actividad cinegética.

Como objetivo de este impuesto, el documento recoge el siguiente: «El objetivo de este impuesto autonómico o estatal sería gravar los aprovechamientos cinegéticos de los terrenos, de modo adicional a los tributos que actualmente aplican determinadas comunidades autónomas».

Acusan a la caza de crear desequilibrios en ecosistemas y biodiversidad

Este texto indica que su justificación es la que sigue: «Los aprovechamientos cinegéticos, especialmente los de carácter intensivo, generan impactos ambientales en términos de equilibrio ecosistémico y biodiversidad y restan posibilidad de disfrute de los espacios afectados a otros usuarios. Por otro lado, este tipo de actividades se benefician de un medio ambiente con buena calidad de conservación y por tanto es justo que contribuyan a la financiación de las políticas en este ámbito».

Al cazador le costaría 80 millones de euros

Según este documento y teniendo en cuenta que se propone aplicar un tipo impositivo medio de 2 euros por hectárea de acotado, los ecologistas esperan que se recauden 80 millones de euros, una cantidad «que sería muy superior si se ajustan los incrementos a las fincas valladas y a los cotos intensivos».

Quieren ese dinero para ellos y para crear espacios libres de caza

¿Y qué sería de este dinero recaudado? Pues los ecologistas quieren controlarlo para, según reza el documento, «destinarse a un fondo dedicado a medidas protectoras y recuperadoras de los impactos ambientales producidos por las actividades relacionadas con la caza, así como la conservación del patrimonio natural y de la biodiversidad. La recaudación también puede servir para el establecimiento de «espacios libres de caza», es decir zonas o espacios donde la caza está expresamente prohibida».

Consulta el documento íntegro en este enlace.

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