Un cazador rescata a un bretón abandonado y lo convierte en uno más de la familia

Jesús nos cuenta las condiciones en las que encontró al perro: «Lo encontré un día de zorzales por la tarde hace menos de un mes. Estaba muy asustado y delgado. Parecía que había recibido muchos palos. Todo le asustaba: el ruido, el movimiento de las cosas. Cuando me encaraba la escopeta, chillaba y todo».

Sólo necesitaba cariño

Pero este cazador y amante de los perros vio en este bretón un animal al que poder ayudar. Jesús es propietario de otro epagneul bretón con el que caza, por lo que decidió ampliar la familia después de comprobar que el perro no tenía propietario legal.

«No tenía papeles ni microchip. Solo tenía mucho susto, hambre y ganas de cariño», nos reconoce Jesús. Y ahí ha estado la clave de la recuperación de Thor, como así ha bautizado a este precioso bretón: «El perro era muy desconfiado, pero en apenas un mes ha cambiado como la noche y el día. Solo necesitaba cuidados y cariño, y a fuerza acariciarlo mucho, sentarme a su lado y tirar muchos tiros, pero sobre todo darle muchísimo cariño y demostrarle que la escopeta no le hace daño, y yo tampoco, el perro ha cambiado hasta la expresión de la cara. A los animales, cuando les das cariño, responden rápidamente».

Ya es uno más de la familia

Y esto no le ha faltado de la mano de este cazador y de los suyos, que reconoce que le da igual si caza bien o no, en casa es un gran perro, y ya es uno más de la familia.

Jesús, este cazador cordobés, quiere denunciar públicamente el maltrato a los animales que él mismo ha combatido en este caso: «No entiendo aun cómo alguien le pega tanto a un animal, y mucho menos a esta raza, que se caracteriza por ser noble, obediente y supercariñoso. Pero puedo decir orgulloso que Thor ahora tiene una vida mucho mejor que la tuvo hasta hace apenas un mes».