Toda la verdad sobre el caso de estafa a cazadores

En Club de Caza hemos hablado con la persona que inició el proceso para descubrir esta red de estafa a cazadores de toda España. Finalmente se llegó hasta el presunto culpable sobre el que ya existe una sentencia en firme.


 Estafa a cazadores
Estafa a cazadores

En el caso están implicadas presuntamente dos personas, que se han dedicado a vender precintos y cacerías, de los que cobraban señal y que después, en muy pocas ocasiones, se llegaban a ejecutar. Aún se está a la espera de que se conozca la identidad de cuál de los dos individuos ha sido detenido en esta segunda parte del caso.

Modus operandi

La investigación comenzó a raíz de recibirse la denuncia, como víctima de una estafa por internet, de un ciudadano en la Comisaría de Don Benito – Villanueva de la Serena (Badajoz). Club de Caza ha tenido acceso a la versión de los hechos de esta persona, principal promotor de las denuncias de otros afectados.

«A través de una conocida página de compra-venta encontré el teléfono de una persona que ofrecía unos precintos de corzo por 600 euros en Guadalajara. Contacté con él para informarme y, la verdad, que me encontré con un pico de oro, con una habilidad pasmosa para embaucarte y ofreciéndome todas las posibilidades y facilidades del mundo», nos cuenta el afectado, que prefiere mantener el anonimato.

«Cerrado el trato, me pasó el teléfono del hotel de una localidad cercana al coto donde íbamos a cazar, para efectuar la reserva de la habitación. Me convenció para ingresarle una señal, algo muy habitual cuando se cierra una cacería.

»Hasta ahí todo normal. El día mismo día que me disponía a salir de viaje hacia Guadalajara, me llamó por la mañana diciéndome que se suspendía el rececho porque su madre había caído muy enferma y había sido ingresada.

»A la semana siguiente, la madre sigue enferma. A los veintiún días, me dice que la cosa está muy mal y que cree que su madre va a morir… Yo le ofrecí que me devolviese el dinero. Pero justo me dijo que su madre había muerto y que le diese tiempo para hacerlo, porque eran días muy malos. En resumen, que la transferencia nunca llegaba y, si le hablaba de ir a cazar, encontraba mil excusas para suspenderlo.

»En el hotel me dijeron que no conocían de nada a este señor, que no era alguien que cazase habitualmente por la zona y que a más clientes que habían reservado habitaciones les había pasado lo mismo».

Lo denunció públicamente y, a raíz de ello, ante la policía

«Es lo que deberíamos hacer todos los amigos cazadores que nos encontremos ante estas situaciones, ir a comisaría y denunciar para quitar del medio a estos aprovechados que abusan de la buena fe y la confianza de los cazadores.

»Expuse el caso y el teléfono del individuo en la página de compra venta y redes sociales, avisando a otros cazadores.

»Automáticamente mi teléfono echaba humo, no dejaron de llegarme mensajes de personas que se encontraban en mi misma situación, de toda la geografía española. Hicimos un grupo de WhatsApp para ir exponiendo los casos, hasta dar con el individuo».

El presunto estafador había intentado vender recechos de muflón, corzo, macho montés, tiradas de zorzales, monterías, quedándose con señales desde 50 hasta 4.000 euros. Cacerías que, salvo una o dos excepciones, nunca se llegaban a realizar, recibiendo las víctimas evasivas de todo tipo.

«Por el grupo sabemos que llegó a poner excusas de todo tipo, a decir que su madre se había muerto, que su hijo había enfermado, que su hijo había muerto…», nos narra la víctima de Badajoz.

Hasta la fecha solo tres afectados han denunciado el fraude ante la policía

«Creemos que esta persona se ha dedicado profesionalmente a la caza con anterioridad, por lo que comenzó a buscar la forma de ganar dinero fácil a través de la buena fe de los cazadores.

»Hay más compañeros cazadores pendientes de denunciar o ser llamados por los tribunales. Y además, estamos seguros que hay muchas más personas afectadas por este caso que ni siquiera son conscientes de que se les ha defraudado».

Existe una sentencia por la denuncia

A raíz de las denuncias, los estafadores, un padre, procedente de Granada, y su hijastro, residente en Málaga, que era quien aportaba el número de cuenta al que se hacía el ingreso, han sido condenados en firme, por la denuncia de nuestra fuente, a pagar una sanción económica y a la devolución de lo cobrado, a cuenta, más gastos.

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