El Gobierno estudia rebajar las penas para delitos de odio a través de las Redes Sociales

Se ha conocido que el Gobierno, a propuesta de la Fiscalía General del estado quiere modificar el artículo 510 del Código Penal, que contempla hasta cuatro años de cárcel por delitos de odio cometidos a través de las Redes Sociales.


 Delitos de odio a través de las Redes Sociales
Delitos de odio a través de las Redes Sociales

Fuentes del Ministerio de Justicia, que dirige Dolores Delgado, señalan que se va a estudiar la propuesta y que, en principio, el Ejecutivo es partidario de abordarla. De salir adelante, se reducirían las penas de prisión y se permitiría que, en algunos casos, los jueces decreten medidas alternativas a la cárcel.

Alternativas a la pena de cárcel

En la propuesta de la Fiscalía se plantea que la prisión pueda ser sustituida por penas alternativas a la cárcel, como pueden ser multas, pérdida de derechos políticos o trabajos en beneficio de la comunidad relacionados con el delito en cuestión y que permitan la reinserción social «mediante el conocimiento y la aceptación de sus víctimas».

Conductas deleznables que merecen un severo reproche penal

Este tipo de comportamientos deleznables, en muchos casos dirigidos contra colectivos muy concretos, como pueden ser los cazadores, merecen un severo reproche penal. Y esto debe ser así teniendo en cuenta el gran daño -en muchos casos irreparable- que provocan en las víctimas, considerando la repercusión del mensaje difundido fugaz y viralmente a través de Internet; y los medios utilizados, que permiten a su autor o autores esconderse tras el anonimato que ofrece la creación de perfiles falsos en redes sociales.

Sería necesario un cambio, pero que elevara las penas

La Fundación Artemisan considera que es necesaria una modificación de este tipo penal, pero en un sentido opuesto al que está planteando al Gobierno. Y es que, esta entidad, considera que en ese tipo penal deben tener un encaje jurídico las conductas consistentes en fomentar, promover o incitar públicamente al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra un colectivo específico que realiza una actividad totalmente legal, como por ejemplo es el caso de los cazadores.

Tener en cuenta a las víctimas

Ante esta situación, la Fundación confía en que se abra un debate serio y responsable sobre este asunto en el que se tenga en cuenta también a las víctimas de estos ataques, así como las consecuencias que pueden llegar a tener estas conductas que actualmente suelen quedar impunes.

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