Cuatro lobos devoran a un perro durante una batida

Ayer Michel Coya difundía en sus redes sociales unas imágenes y un vídeo estremecedores: el momento en el que un cazador encuentra devorado el cuerpo de su perro. «Esto es lo que queda del Roco. Esto es lo que queda del perro», lamenta el cazador ante los restos de su perro de caza. (Las imágenes pueden herir la sensibilidad por su crudeza).


 Perro devorado por lobos
Perro devorado por lobos

 Perro devorado por lobos
 Perro devorado por lobos

Según contaba Michel Coya en su página de Facebook, sucedió ayer sábado en Cangas del Narcea. La Cuadrilla del Cacho estaba batiendo el monte cuando sucedió esta terrible tragedia. En su comentario pide control de las poblaciones de lobo y que todos compartamos la noticia para que la realidad de este predador llegue a todo el mundo

Cuatro lobos

Uno de los integrantes de la cuadrilla también lo compartía en Facebook (poco después lo eliminó), detallando que se trataba de cuatro lobos. El perro iba tras el jabalí cuando le atacaron. El dueño llegó tarde a la trágica escena en la que «le estaban destripando entre cuatro lobos».

Pudieron salvar a una cachorra

Una cachorra iba con él, pero afortunadamente los gritos de los cazadores lograron salvarla cuando la alcanzaban y la empezaban a morder por la grupa.

No es el único caso

A principios del año pasado sucedió algo muy similar en Pravia. Un lobo devoró a otro perro de caza durante una cacería. Los propietarios denunciaron los hechos ante guardería de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales. La cuadrilla llevaba cinco perros, pero cuando los recogieron les faltaba uno de ellos. Como llevaba localizador, sabían que se encontraba a solo 43 metros de los cazadores, por lo que fueron a buscarlo, pero cuando se acercaron le oyeron chillar. Los cazadores lo relataban de la siguiente manera: «Cuando nos acercamos vimos a un lobo viejo y delgado atacándolo. El pobre ya apenas podía moverse. Cuando gritamos, el lobo se alejó. Vimos al cánido con la cabeza del ‘Nano’ en la boca. Sólo nos dio tiempo a gritar: ‘Lobo, lobo, lobo’».

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