«Parecen una desbrozadora»: el jabalí pone en peligro la cosecha de maíz mientras los ecologistas demandan «medidas disuasorias no letales»

Con daños en más de un centenar de fincas de la comarca de Mazaricos y a poco más de dos semanas para que se inicie la campaña de ensilado del maíz, los daños causados por los jabalíes están poniendo en peligro una de las mejores cosechas que se recuerdan.


 Daños jabalí
Daños jabalí

Uno de los agricultores de la zona, que ha sufrido los daños en seis de sus parcelas de cultivo, ha declarado a La Voz de Galicia que «Parecen una desbrozadora. Allí por donde pasan dejan todo destrozado y totalmente inservible. «Resulta difícil saber la superficie afectada porque los ataques se van repitiendo en distintas zonas de una misma finca, a veces incluso separadas por cientos de metros. Por los cálculos que hacemos, lo perdido ya supera las dos hectáreas y todo apunta a que las cosas todavía van ir a peor».

Peores perspectivas para los próximos días

La situación va a empeorar porque la espiga del maíz comienza a madurar, lo que la hace más apetecible para el jabalí. Por esta razón, los agricultores esperan pérdidas más cuantiosas en los próximos días.

Uno de estos agricultores afectados sostiene que están viendo piaras de más de diez jabalíes que «ya ni se asustan al ver a la gente, va a llegar el día en que les tengamos miedo nosotros a ellos».

Los cazadores han realizado batidas en los últimos fines de semana, consiguiendo abatir cuatro ejemplares en las dos últimas semanas, pero sostienen que estas batidas se autorizan en las zonas donde se gestionan muchas reclamaciones, con permisos para cazar uno o dos jabalíes, algo que los cazadores y los agricultores ven muy insuficiente.

Piden ayudas y soluciones efectivas

Los agricultores piden medidas a la Administración, como que se califique al jabalí como plaga, y piden ayudas para paliar las pérdidas que sufren en sus cultivos. Actualmente, en el Centro de Atención ao Agro Galego, no tienen constancia de que se haya convocado ayuda alguna pública destinada a paliar los daños provocados por el jabalí sobre los cultivos.

La última convocatoria de subvenciones fue concedida en julio de 2016, cuando se abonaron 13 céntimos por metro cuadrado afectado, hasta un máximo de 1.300 euros. Esta medida ya provocó la indignación de los agricultores al considerarla muy insuficiente.

Los animalistas demandan medidas no letales

Mientras, la asociación animalista Libera ha demandado medidas disuasorias que sean no letales para evitar los daños que producen los jabalíes a los agricultores. Hace unos días, el diputado del BNG Xosé Luís Rivas, Mini, avanzó ayer que su grupo presentará una batería de iniciativas en la Cámara con el fin de reclamar a la Xunta ayudas para los agricultores ante los ataques del jabalí, reconociendo que la especie experimenta una «explosión demográfica» en Galicia.

En rueda de prensa en Santiago, el diputado nacionalista denunció que «desde 2016 no hay ninguna ayuda autonómica» para los agricultores que ven sus cosechas de maíz destrozadas por la proliferación de esta especie, con numerosos «daños que son cada vez mayores». El diputado echó la culpa de toda esta situación a la caza, aludiendo a que «cuanto mayor es la presión, mayor es el disparo reproductor».

Los animalistas no perdieron tiempo y se subieron al carro de unas manifestaciones que no aportaron solución alguna, tan solo cargaron contra la actividad cinegética, que es la única ayuda sólida y efectiva que pueden reclamar los agricultores afectados. Su solución: trampas y pastores eléctricos.

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