La Fiscalía de Álava investiga si la Diputación prevaricó en varios casos denunciados por delitos de caza

Hoy hemos desayunado con una noticia de esas que más indignan. De momento, se trata de una investigación, pero huele bastante mal por todo lo que viene arrastrando, desde hace ya cuatro años.


La Cadena Ser ha sido la que ha publicado el asunto, informando que la Fiscalía de Álava abrió el pasado mes de febrero diligencias para investigar si la Diputación ha cometido delitos de prevaricación o tráfico de influencias en la tramitación de sanciones a cazadores a los que sospechosamente se archivó las denuncias o se rebajaron las multas previstas en la normativa.

Casi 40 denuncias entre 2014 y 2016

Todo comienza con el trabajo comprometido de un guarda forestal que, en el correcto desempeño de sus tareas, venía denunciando las infracciones que se producían en los montes alaveses. En el momento de ser sancionados, los infractores le decían al guarda lindezas como «Tengo conocidos en Diputación y se moverán para que estas denuncias no prosperen», algo que otros dos compañeros también guardas forestales han admitido que ellos también han tenido que escuchar en varias ocasiones: «Tú denúnciame, que yo hablaré con quien tenga que hablar», les decían

Ante esto, los guardas comenzaron a seguirle la pista a las casi 40 denuncias que interpusieron entre 2014 y 2016 y, como buenos profesionales del monte, no se les escaparon. No daban crédito cuando descubrían que muchas de las denuncias se paralizaban o sobreseían cuando su tramitación llegaba a los despachos de Diputación.

El guarda forestal llevó esta denuncia a la Fiscalía después de haber llamado a la puerta de los responsables técnicos y políticos del departamento de Agricultura para alertarles de que muchos infractores se estaban yendo de rositas, mientras su trabajo de vigilancia en el monte era tirado por la borda. No atendieron sus quejas, las irregularidades continuaron y el guarda acudió a las Juntas Generales para explicar a los partidos lo que estaba ocurriendo. El guarda fue amenazado en dos ocasiones con la apertura de un expediente disciplinario si continuaba denunciando los supuestos chanchullos. Como sospechaba que nada se movía en Diputación, decidió recurrir a la justicia.

La Fiscalía investiga una docena de casos

Desde aquel momento, la Fiscalía ha estado analizando los expedientes de multas de caza de la Diputación de los últimos años y, de momento, ha concluido que, al menos, en una docena de esos expedientes existe la posible comisión de delitos por caza ilegal, furtivismo y maltrato animal. La Fiscalía ha denunciado estos casos ante los juzgados, sobre todo los más claros. Por ejemplo, aquellos en los que se han constatado el archivo de expedientes después de llamadas telefónicas y reuniones entre los denunciados y los responsables técnicos de la Diputación, o casos en los que ante la misma denuncia, misteriosamente algunos infractores se libran de la sanción.

Pero la intervención de la Fiscalía no se va a quedar en perseguir a los cazadores que infringen la ley. Las nuevas diligencias abiertas en febrero tratan de determinar si altos cargos y responsables técnicos de la Diputación rebajaban o archivaban sanciones de forma ilegal.

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