Multitudinaria manifestación en defensa de los ocellaires de Cataluña

El pasado sábado 1 de octubre miles de ocellaires y cazadores de toda Cataluña respondieron con entusiasmo a la convocatoria de manifestación de la Federación Catalana de Caza y se encontraron en Barcelona para protestar en contra de la negativa de la Generalitat de Cataluña a conceder autorizaciones excepcionales para capturar pájaros cantores y en defensa del colectivo ocellaire de Cataluña.


Bajo el lema Todos unidos para defender la tradición centenaria ocellaire de Cataluña, escrito en la pancarta que encabezaba esta manifestación convocada por la Federación Catalana de Caza, miles de ocellaires y cazadores de toda Cataluña y del resto del Estado tomaron las calles de Barcelona de una manera reivindicativa pero cívica y pacífica, para denunciar el fin de la expedición de autorizaciones excepcionales de captura de pájaros fringílidos por parte de la Generalitat de Cataluña, una decisión tomada de manera unilateral y sin establecer un proceso de diálogo previo, y reivindicar su afición centenaria.

Con motivo de esta gran manifestación se organizaron un gran número de autocares que acercaron a la gente de diferentes zonas de Cataluña y fueron muchas las pancartas y los estandartes de las Sociedades Ocellaires que se pudieron leer en la concentración. Los participantes en este encuentro en defensa de la tradición ocellaire hicieron el recorrido establecido con ambiente reivindicativo pero festivo y alegre a la vez. La manifestación discurrió por diferentes calles de Barcelona, con salida en el parque de la Ciutadella —delante del Parlament— y llegada en la plaza Sant Jaume.

Precisamente en la plaza Sant Jaume, delante del Palacio de la Generalitat, el presidente de la Federación Catalana de Caza, Sergio Sánchez, y el delegado ocellaire de la Federación, Mariano Mate, leyeron un manifiesto donde agradecían la participación y el compromiso de los asistentes y su comportamiento modélico, y donde reclamaban a la Generalitat ser más escuchados, poder volver a negociar y recuperar la tradición ocellaire.

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