Erradicado el uso de venenos en la Sierra de Castril durante los últimos seis años

La brigada de investigación de venenos (BIVE), dependiente de la Delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio e integrada por 15 agentes de Medio Ambiente, ha conseguido erradicar el uso de venenos en los últimos seis años en la Sierra de Castril, donde entonces murieron por envenenamiento hasta cuatro quebrantahuesos.


Según ha explicado este miércoles la delegada de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Inmaculada Oria, la Consejería ha convertido la lucha contra el veneno en una de sus prioridades y en 2009 creó en cada provincia una brigada formada por agentes de Medio Ambiente especializados en la lucha contra el veneno en el medio natural. Entre sus funciones, los agentes realizan inspecciones en coordinación con el Seprona e investigación policial, levantan muestras biológicas y de indicios de delito, elaboran informes técnicos, complementarios y diligencias para su incorporación en los expedientes administrativos y atestados e inspeccionan el Libro Oficial de Movimientos de productos tóxicos en los establecimientos autorizados. La brigada granadina está integrada por 15 agentes que se distribuyen en dos equipos que actúan en los territorios de Castril, Huescar, Baza, Hoya de Guadix y Marquesado y en Huétor-La Peza, Los Montes, Área Metropolitana, Sierras Litorales, Contraviesa, Alpujarra y Tejeda Almijara. Esta distribución garantiza la presencia de la BIVE en toda la provincia de Granada exceptuando el Espacio Natural de Sierra Nevada que cuenta con su propia BIVE integrada por 4 agentes de Medio Ambiente con los que se realizan acciones conjuntas en el área de influencia del Espacio Natural de Sierra Nevada. Los agentes han realizado una importante labor ante los episodios de envenenamiento de quebrantahuesos en la Sierra de Castril. La delegada recordó que en el año 2006 empezaron las primeras sueltas de quebrantahuesos y se empezó a vislumbrar la esperanza de volver a ver volar a esta majestuosa especie en los cielos de Andalucía. En abril de 2008 se detecta la primera muerte por envenenamiento de una hembra de quebrantahuesos, en octubre de ese mismo año se produce una segunda muerte de otra hembra y por último en mayo de 2011 un macho y una hembra. Todas esas muertes producidas en la Sierra de Castril. Todos los indicios disponibles apuntaban a que el uso del veneno en Castril (al menos en el área utilizada por los quebrantahuesos) tenía su origen en el manejo ganadero. Algunos pastores han empleado cebos envenenados como método de control de depredadores (fundamentalmente zorros) para evitar los ataques que estos pueden ocasionar en el ganado (básicamente corderos recién paridos). Todo ello motivó en su momento la decisión de iniciar un reforzamiento de las medidas encaminadas a la prevención y lucha contra el veneno en la Sierra de Castril que hasta ese momento se venían desarrollando por parte de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio con el objetivo final de erradicar por completo el uso ilegal del veneno en el ámbito territorial de campeo de los quebrantahuesos reintroducidos. En todas esas líneas de trabajo se ha ido profundizando desde el año 2011, fecha en que la Dirección General de Gestión del Medio Natural y Espacios Naturales, aprobó un Plan de Refuerzo de Actuaciones para la erradicación del uso del veneno en el Parque Natural de la Sierra de Castril y en las vecinas sierras de La Cabrilla y del Pozo (P. N. de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas). Los resultados gracias a los trabajos de agentes de Medio Ambiente, Seprona y técnicos participantes en el Plan han sido «muy positivos». Oria ha destacado que el trabajo de esta brigada ha mejorado la interlocución con los pastores de la zona y ha producido un aislamiento social de los pastores que utilizaban veneno como forma de controlar los depredadores. Ha habido dos sentencias judiciales condenatorias, el pasado año 2015, sobre los hechos de envenenamiento del 2008 y 2011 y se ha avanzado en la investigación y en la erradicación del uso ilegal de venenos. La delegada ha animado a la ciudadanía a poner en conocimiento de los agentes forestales cualquier sospecha de uso de venenos. Los avisos se pueden dar a través de la propia Delegación de Medio Ambiente o llamando al 112, desde donde derivarán la llamada a los agentes de medio ambiente. El año pasado, la brigada llevó a cabo 78 actuaciones en la provincia y localizaron 18 cadáveres de animales presuntamente envenenados (la mayoría perros) y 28 cebos. Los análisis determinaron que se produjeron seis casos positivos de envenenamiento. Recientemente, en Orce, los agentes han decomisado más de 30 cepos para la captura de fauna.
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