1000 personas y 300 ejemplares de perro ibicenco en la concentración e implantación de chips

Poco a poco la sociedad se da cuenta de que la caza es una de las maneras más atractivas de relacionarse con el entorno. En una comunidad que cuenta con más de 30.000 cazadores y un gran número de hectáreas destinadas a esta actividad, no es de sorprender que esta modalidad de caza cuente anualmente con un aumento de aficionados. Las cifras y los resultados dan fe de estas palabras, pues la participación de más de un millar de personas y un total de 40 cuadras de perros no es fácil de reunir en


La feria la organiza la Asociación de Cazadores con Perros de Caza en el Centro Cinegético de Capocorb en Llucmajor
La jornada también sirvió para presentar la nueva Asociación Balear de Cazadores y Criadores del Podenco Ibicenco, de importancia representación en Ibiza. Una feria que organiza conjuntamente la Asociación de Cazadores de Perros de Caza, con el apoyo de la Federación Balear de Caza, Sociedad Canina de Baleares, Ayuntamiento de Llucmajor, Sociedad de Cazadores de Llucmajor, Conserjería de Agricultura y la Conserjería de Medio Ambiente del Gobierno Balear. Una vez más fue el podenco ibicenco el centro de atención. Organizaron un buen programa, de hecho es que por segundo año consecutivo se ha facilitado la implantación de más de 150 chips gratuitamente para esta raza de perro que ha pasado malas épocas en nuestras islas. Con estas palabras nos respondió D. Francisco Ruiz Rodríguez presidente de la Sociedad Canina de Baleares que contaba con uno de sus técnicos D. Pedro Ginard que conjuntamente con el veterinario dieron fe del buen estado de los cánidos allí reunidos. Su tarea no se centró en la morfología, esta tarea se reconocerá y juzgará con mayor importancia en la Copa S. M. el Rey. La Sociedad Canina, que lucha en defensa de todas las razas, intenta levantar el Podenco Ibicenco. Una raza que adquirió su reconocimiento el año 13 por Alfonso XIII y actualmente se encuentra en nuestro país aún sin documentar, a diferencia que en resto del mundo donde encontramos asociaciones en su defensa. Esta raza española que se encuentra en una situación de desaparición posee una buena salud en Mallorca, a diferencia de Ibiza, donde en estos últimos años se han realizado dos encuentros con 1000 ejemplares presentados y donde solo 90 consiguieron las cartillas de reconocimiento. Joan Cánovas presidente de la Asociación de Cazadores de Perros de Caza coincidía con el Consejero de Medio Ambiente, Hble. Sr. Jaume Font Barceló, indicando que el seguimiento genético que se hace con estas actividades es importante para la salud de este animal. Un reconocimiento que reactiva el rendimiento de estos ejemplares no solo como raza en sí, sino como respuesta de un animal genéticamente sano que trabaja mucho mejor en el campo junto al cazador. Jaume Ripoll, presidente de la Federación Balear de Caza aparecía contento con la participación de los cazadores que se habían desplazado de todos los rincones de la isla, la mayoría de ellos criadores. Y acentuaba que la actividad cinegética está reconociéndose no solo como una actividad deportiva o de ocio, sino porque genera una gran actividad de negocio importante para la economía rural. De hecho que, muchos de éstos criadores allí reunidos vendían un buen número de ejemplares a la península y extranjero que cuenta con la admiración de muchos cazadores. Igualmente de satisfecho estaba D. Blai Nadal (en Blai), persona que es una institución en la promoción de esta raza tan arraigada en Mallorca, colaborador en la organización de la II Copa de España de Caza con Perro Ibicenco que se celebrará en Diciembre en Llucmajor (Mallorca). Por otro lado, algunos cazadores que aprovecharon la jornada para poner el chip a sus animales coincidían sobre la importancia de disponer de un chip que identificaban a sus mascotas, evitando problemas de robos o pérdidas. Era el caso de Sebastià Carrió alias “pintat”, que alegaba que era una manera de evitar problemas legales, pues el chip es un requisito imprescindible que el propietario debe disponer a su perro. Juan Obrador de Felanitx fue otro cazador y criador que asistió a este evento y nos destacó el importante desembolso que debe realizar el aficionado para mantener esta especie. En su caso, una causa que más problemas provoca a los insulares es la búsqueda de machos o hembras para realizar sus cruces evitando una consanguinidad familiar demasiado cercana. Acentuó por esto, la importancia de estos encuentros que provocan una manera de intercambio entre los criadores. Agradeció a la Sociedad de Cazadores de Perros de Caza el esfuerzo que está realizando para crear unos estrechos lazos entre sus socios, más de 400, consiguiendo que esta actividad se convierta en un deporte que hace que compartan estupendas tertulias sobre su afición. La caza con Podenco Ibicenco dispone de importantes diferencias con otras especies parecidas, estando más adaptadas para la caza en zonas de garriga, donde destaca la figura del jefe de la jauría y su dominio sobre el resto del grupo. El fin de esta modalidad de caza al igual que otras modalidades, no implica necesariamente la muerte del animal, ya que la belleza de las carreras, la astucia de la conejo y la resistencia de los perros entrenados, suponen un gran espectáculo. Todos los presentes destacaron por unanimidad el aprecio a sus animales y dejaban muy claro que la colocación de los chips destaca el cariño que sienten por sus canes. Y rechazaban los actos de salvajismo de maltrato y abandono de perros que en muchas ocasiones escuchamos en la prensa. Así lo reflejaba Andreu Ginard un cazador que justificaba el buen estado de sus perros haciendo referencia a la corpulencia de alguno de ellos. Indicaba que hay excepciones como en todas las actividades, añadiendo que el uso de un veterinario para realizar un sacrificio de un animal mal herido o viejo o la donación para animal de compañía, evitaría noticias parecidas.
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