La galga «Muñeca» se proclama campeona

Unos 2000 aficionados a esta modalidad cinegética, presenciaron el pasado día 27 de enero, en el Coto Santa Gemma de la localidad Sevillana de Osuna, la gran Final de Andalucía de Galgos en Campo que enfrentaba deportivamente a dos grandes lebreles que por méritos propios habían accedido a esta fase final. De una parte, con collar rojo la galga negra «Tunanta» de la Sociedad Galguera La Cartuja de Jerez de la Frontera; y de otra, con collar blanco, la también galga gaditana «Muñeca» de la socied


Como viene siendo ya tradicional se disputó, también en este mismo escenario, la Final Nacional del Club del Galgo Español
La resolución de esta competición se hizo de rogar algo más de dos horas, pero tras dos intensas y reñidas carreras, Muñeca se hizo merecedora de lucir la corbata y manteleta que acredita a la galga campeona de Andalucía 2.007. Este mismo día, y como viene siendo ya tradicional se disputó también en este mismo escenario, la Final Nacional del Club del Galgo Español, en la que se proclamó Campeón el galgo Maxi, de Albacete y Propiedad de David García, y subcampeón Estilo, un galgo procedente de Valencia y propiedad de Pedro Pons. En la Final del Campeonato Infantil de España de Galgos, que con motivo de la nieve caída se hizo una puesta en práctica en la que intervinieron los jueces Jaime Parra y Manuel Aguilar, siendo el traillero José Antonio Peláez. La entrega de trofeos tuvo lugar en la abarrotada era del Cortijo de Santa Gemma, que concentró a más de 1.500 aficionados que de forma intensa vivieron la emocionante entrega de premios y donde las aficiones tarifenses y jerezanas aclamaron los nombres de sus galgas finalistas. También en esta emotiva entrega de trofeos, se entregaron placas de agradecimiento y reconocimiento deportivo a dos grandes e ilustres galgueros andaluces, a Don Aniceto Barroso de la Puerta, ex presidente de la Federación Andaluza de Galgos, que fue pionero y fundador de este campeonato andaluz de galgos; y a Don José Camargo Rodríguez, por su absoluta dedicación al deporte galguero y por su reconocida caballerosidad y deportividad dentro y fuera del mismo. Tras esto, se celebró la ya tradicional comida de clausura donde se reconoció la gran labor realizada por los cargos técnicos de esta importante competición.
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