La Federación Extremeña de Caza desea que no vuelvan a repetirse estos lamentables acontecimientos y que las autoridades identifiquen a los autores
Tal y como afirma José María Bernal, cazador de Calamonte, en declaraciones recogidas por el periódico HOY, no se trata de perros de caza, pues en la zona se emplean
«podencos, bretones, bracos o galgos».
Pese a no tratarse de perros de caza, la Federación Extremeña de Caza recuerda que este tipo de lamentables prácticas desprestigian al colectivo de cazadores y
«tiran por tierra el trabajo y el esfuerzo» que realizan tanto las federaciones como el resto de instituciones relacionadas con el mundo cinegético.
El presidente de FEDEXCAZA, José María Gallardo, apuntó que
«este tipo de actos son autoría de unos indeseables, que no son cazadores», al tiempo que recordó que
«se trata de una práctica residual en nuestra comunidad que tenemos que luchar para erradicar por completo».
Desde la Federación se recuerda que los perros son los mejores compañeros y amigos de los cazadores, tanto durante las jornadas en el campo como a lo largo del año, por lo que estos hechos no representan la realidad de los perros de caza, los cuales gozan de los excelentes cuidados de sus dueños.