La salida de los hombres más relevantes comenzó hace meses, con la salida del entonces vicepresidente, Francisco Piera, el cual fue destituido después de que se hacen públicos los resultados de la investigación que una comisión interna llevó a cabo en torno al perdigón ecológico. Casi inmediatamente Juan de Dios García, presidente de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, dejó su puesto como vocal de la RFEC, también como consecuencia de los resultados recogidos en dicho informe. Dos meses más tarde, y por idénticos motivos que los anteriores, el también vicepresidente de la RFEC (y presidente de la Federación Andaluza en la actualidad) José María Mancheño decidió abandonar la ejecutiva de la RFEC. Su decisión fue seguida por cuatro de sus hombres, los cuales ostentaban cargos en el organigrama federativo nacional. Esto propició que la mayor federación autonómica de España se quedara sin representación en la estructura de la federación nacional.
Después tuvo lugar el polémico proceso electoral (recurrido y pendiente de una resolución judicial), en el que de nuevo resultó electo como presidente de la RFEC Andrés Gutiérrez. La denuncia de siete federaciones (Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia y Navarra) que a pesar de contar con el 65% de los cazadores federados sólo contó con un 48% de los votos propició una fractura que ha hecho que los principales hombres de la RFEC hayan abandonado a Andrés Gutiérrez y hayan sumido a la institución en una preocupante deriva.
De esta forma, el pasado mes abandonaron sus cargos en la institución hombres tan relevantes como José Luis Garrido, hasta ahora director de Fedenca, Antonio Pérez-Henares, portavoz oficial de la RFEC, y Patxi Andión, director de la Escuela de Caza. Santiago Ballesteros, secretario general, fue cesado y su puesto fue adjudicado a Óscar Jurado Lara, el que fuera presidente de la Junta Electoral que tuteló los polémicos comicios federativos.
