Un estudio del IREC advierte del impacto negativo de los rodenticidas anticoagulantes en depredadores

El estudio, Intoxicaciones primarias y secundarias por rodenticidas anticoagulantes en animales no diana, del que son autores los investigadores Rafael Mateo Soria, Inés Sánchez Sánchez-Barbudo y Pablo R. Camarero Abella, es fruto del trabajo realizado por el Grupo de Toxicología del IREC entre 2005 y 2010 en diferentes Comunidades Autónomas y a petición de distintas administraciones y organizaciones, el cual permitió analizar todos los casos sospechosos de ser intoxicaciones accidentales en especies a las que, en principio, no estaban dirigidos los cebos con rodenticidas.


De un total de 1.792 animales investigados, se llevó a cabo la determinación de residuos de rodenticidas anticoagulantes en 401, bien porque existían indicios de intoxicación por dichos compuestos o porque previamente habían sido descartados otros tóxicos como causa de la muerte. Según los datos del estudio, en un 38,7% de los ejemplares se detectaron residuos de este plaguicida en hígado, siendo la clorofacinona el producto más frecuente en los animales granívoros y herbívoros y la bromadiolona en los depredadores. Con los resultados obtenidos, los investigadores alertan de la situación encontrada y que se asemeja a la ocasionada por el uso de insecticidas organoclorados, como el DDT, en la segunda mitad del siglo XX, y advierten de que la misma deberá ser tenida en cuenta de cara a una futura regulación de este tipo de plaguicidas. Sánchez-Barbudo, I.S., Camarero, P.R., Mateo, R. (2012) Primary and secondary poisoning by anticoagulant rodenticides of non-target animals in Spain. Science of the Total Environment 420, 280–288.
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