La RFEC incorpora el Agility como modalidad deportiva

La Asamblea General de la Real Federación Española de Caza (RFEC) aprobó, por unanimidad, la integración de una nueva modalidad deportiva denominada Agility.


El próximo 12 de noviembre tendrá lugar una asamblea donde se presentará y se darán todos los detalles de la puesta en marcha
Posteriormente, la Comisión Delegada admitió las reglas técnicas y normas por las que se regirá esta modalidad deportiva. El próximo 12 de noviembre de 2011, tendrá lugar una asamblea donde se presentará y se darán todos los detalles de la integración y puesta en marcha de la citada práctica deportiva.

¿Qué es el Agility?

El Agility es un deporte que se realiza en conjunción con el perro, formando un equipo guía-perro, en el que el guía dirige a su perro sobre un recorrido de obstáculos que ha de ser ejecutados de manera limpia, sin cometer penalizaciones y compitiendo contra reloj. El perro participa sin correa y sin que el guía pueda tocarlo en ningún momento. Nació en 1978 en Inglaterra, inspirado en el salto hípico, como entretenimiento para el público en los ratos libres de la afamada exposición canina de Cruft’s. Inmediatamente comenzó a difundirse, inicialmente por el Reino Unido y de allí a Europa y al resto del mundo. En la actualidad en muchos países existe una competición reglamentada de Agility que da acceso a diferentes finales de campeonatos tanto nacionales como internacionales. En España lleva desarrollándose de forma reglamentada desde 1988, formándose inicialmente 4 clubes que irradiaron poco a poco la actividad al resto de la geografía. Desde entonces, su difusión ha ido creciendo de manera constante en cerca de 80 clubes, cubriendo 14 de las 17 comunidades autónomas.

Un deporte al alcance de todos

En las pruebas de Agility puede tomar parte cualquier perro, con o sin raza, desde los más pequeños hasta los más grandes, por adaptarse los obstáculos en función de la altura del perro. Está abierto a cualquier edad, la actividad física que se desarrolla es moderada, basándose principalmente, en una carrera con giros que se realiza a mayor o menor ritmo. Su práctica está al alcance de cualquier persona; el equipo básico es muy simple, un chándal, un par de zapatillas y, por supuesto, un perro. Además, hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones y clasifican conjuntamente en las pruebas.

El Agility como espectáculo

El Agility atrae gran cantidad de público allí donde se organice una competición. Cada actuación es seguida con atención por parte de los espectadores por la rapidez de su ejecución, sus giros, saltos y la ejecución de obstáculos tan llamativos como el slalom. Hay emoción hasta el final por las escasas diferencias de tiempo, muchas veces centésimas, entre los primeros clasificados, sobre todo en competiciones de alto nivel donde es imprescindible el uso del cronómetro electrónico que, con una gran pantalla colocada en lugar visible para todos, informa del tiempo que está realizando el participante. La megafonía va informando puntualmente de los resultados nada más terminar cada ejecución y, al marcar el juez de manera visible las penalizaciones en el momento que se producen, cualquier espectador puede comprender en poco tiempo el desarrollo de la competición.
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