Cazadores y propietarios cinegéticos apuestan por una alianza entre agricultores, ganaderos y conservacionistas

Conservacionistas, cazadores y agricultores han reafirmado su compromiso de luchar de manera conjunta contra la pérdida de biodiversidad y la gestión no responsable de los espacios naturales, en el marco de las IV Jornadas Estatales de Custodia del Territorio. Así, lo han manifestado el secretario general de la Real Federación de Española de Caza, Santiago Ballesteros y el presidente de Aproca España, Luis Fernando Villanueva, durante su participación en la mesa redonda Colaboración entre entidades de custodia y agentes sociales, celebradas en Benia de Onís y organizadas por la Fundación para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), donde han participado más de 120 expertos de toda España.


Durante su intervención, los expertos han destacado la importancia de una sociedad organizada, de cara a presionar a la Administración para que tome las medidas oportunas y defenderse de un modelo «en el que quien decide son entes lejanos al territorio como la Unión Europea». Así, para garantizar la conservación de la biodiversidad, han solicitado la creación de una política fiscal que incentive y reconozca las buenas prácticas de los agentes del territorio en beneficio de la conservación del medio natural. Además, han calificado como fundamental el establecimiento de una política de precios de mercado para los productos de agricultores y ganaderos que se corresponda con la trascendencia ambiental, social y económica de su labor y han denunciado la excesiva burocratización a la que están sometidos sus sectores que genera una ralentización de los procesos y una gran desinformación entre los agentes sociales del campo. La Real Federación Española de Caza y Aproca España han extractado de estas jornadas las siguientes conclusiones, las cuales remitirán a las administraciones competentes en cada materia:
1. La custodia del territorio debe ser, en cualquier caso, un acto voluntario. 2. El grado de participación de sociedades, cazadores, titulares de cotos, y propietarios en la custodia dependerá de dos cuestiones básicamente, la primera de ellas la incentivación de una política fiscal que incentive y reconozca las buenas prácticas ambientales en beneficio de la biodiversidad realizadas por estos sectores, dignificando su función. En segundo lugar, la pérdida de burocratización en aquellos casos donde existen figuras de protección ambiental. En lugar de primar las buenas prácticas que han permitido un perfecto estado de conservación, al propietario sólo le llegan restricciones y paralización de su actividad tradicional, actividad que es la que precisamente ha permitido el mantenimiento de los terrenos en ese buen estado ambiental. 3. La PAC deberían apostar con mayor énfasis por el beneficio agroambiental generado y las comunidades autónomas podrían reforzar los contratos territoriales de explotación, como herramienta eficaz para el desarrollo rural sostenible. 4. Se constata una confianza creciente entre los distintos sectores (cazadores, agricultores, conservacionistas) traducido en alianzas, que pueden liderar un proceso de sostenibilidad creciente al que deben necesariamente añadirse las administraciones públicas. 5. Es imprescindible la simplificación de los trámites administrativos, la desburocratización del campo.
Así, se clausuraron estas jornadas de custodia del territorio, en la que los representantes del sector cinegético han percibido una muy favorable visión de la caza desde el mundo de la conservación y desde la administración medioambiental, ya que han podido expresar con claridad y repercusión mediática todo aquello que el sector venatorio y el mundo rural demandan y requieren: desburocratización del campo, armonización legislativa y coherencia de las políticas que actúan sobre el mismo territorio.
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