Manifestación de cazadores en el Ampurdán

El pasado 26 de julio tuvo lugar en Castelló de Ampurias (Girona), a la entrada del Parque dels Aiguamolls del Empordá, una manifestación de cazadores que han decidido empezar a protegerse de las «arbitrariedades de la Administración».


Se creó una comisión para la organización de las movilizaciones necesarias para conseguir los justos propósitos
Ya sería hora de que los cazadores nos pusiéramos las pilas. En el Ampurdán, al norte de la provincia de Girona, los cazadores han decidido organizarse para defender sus derechos y protegerse de tanto Parque Natural, tanto Espacio de Interés Natural, de tanta zona Zepa, de tanta Red Natura y tanto niño bonito que, escudado en la Administración o una atalaya técnica, restringe, prohíbe, aburre y, en definitiva, toma el pelo a los sufridos y honrados cazadores, que además suelen ser los propietarios de los terrenos —aunque lo de ‘propietarios’ es un decir, porque desde que las figuras de protección han entrado en vigor, ya no son dueños ni de sus casas, ni de su territorio—. Eso sí, aunque tengan a su nombre las escrituras de propiedad y paguen los impuestos correspondientes, no pueden decidir nada sin el informe técnico-político del dueño de turno, que en Cataluña es desde hace unos cuantos años de color verde. Ha empezado la movida el día 26 de julio, con una manifestación de varios centenares de propietarios y cazadores locales de Castelló de Ampurias, a la entrada del Parque dels Aiguamolls del Empordá, que pacífica y festiva, terminó con la entrega de un manifiesto. Les han prohibido la media veda, con la peregrina excusa de un informe técnico emitido por dicho parque, en el que argumentan la franca disminución de la codorniz de forma general, y la posibilidad de confundir la carraca (Coracias garrulus) con la tórtola o la torcaz, motivos todos ellos técnicamente insostenibles. A partir de aquí se organizó una reunión de la asociación comarcal de caza, que aglutina a 48 sociedades federadas, y unos pocos miles de cazadores, decidiéndose tomar cartas en el asunto, ya que los ejemplos en diferentes sociedades fueron surgiendo, la restricción de diferentes zonas de caza por el asentamiento del águila perdicera, o por la tortuga mediterránea en otras, con ese fin se creó una comisión para la organización de las movilizaciones necesarias para conseguir los justos propósitos. Dicha organización ya ha empezado sus reuniones y prepara la estrategia para los próximos meses. Ya sería hora.
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