La Federación y Aproca alegan contra el borrador de la Ley de Protección de Animales

La Federación de Caza de Castilla-La Mancha (FCCM) y la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética y Conservación del Medio Ambiente (APROCA) han presentado alegaciones contra el borrador de la Ley de Protección de los Animales de Compañía de Castilla-La Mancha, por considerar que puede influir negativamente sobre la actividad cinegética en la región.


Se pide que quede fuera del ámbito de actuación de la Ley la fauna silvestre y los animales auxiliares del hombre cuando se encuentren en el ejercicio de cualquier modalidad de caza
En un comunicado, estas entidades señalan que tras analizar el documento facilitado por la Dirección General de Producción Agropecuaria, dependiente de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, se ha observado que la Ley pueden entrar en conflicto con el desarrollo de la actividad cinegética. Han advertido que la nueva Ley, tal y como está planteada interviene de manera clara y profusa en la actividad cinegética al considerar como animales de compañías perros y hurones, entre otros, cuando en realidad su función es la de ser animales auxiliares a la propia acción cinegética. Tanto Aproca como la Federación de Caza consideran que dado el gran incremento de animales de compañía o mascotas dentro del ámbito familiar y la disparidad de trato que estos animales reciben por parte de sus propietarios o cuidadores, además de las pautas de comportamiento, es necesario disponer de una Ley, sin embargo, añaden, «ésta no debe influir sobre una actividad tradicional como es la caza». Ambas entidades han instado a la Dirección General de Producción Agropecuaria a que recoja en el documento definitivo de la Ley las alegaciones que presentan con el fin de evitar que puedan existir cualquier tipo de conflictos a raíz de su aprobación. En este sentido, han pedido que se considera que quede fuera del ámbito de actuación de la Ley la fauna silvestre y los animales auxiliares del hombre cuando se encuentren en el ejercicio de cualquier modalidad de caza, debidamente autorizada, en especial, perros, hurones y aves de cetrería, así como animales de carga, tiro o monta como es el caso de caballos, mulos, asnos y burdéganos. Igualmente, consideran que es muy importante que se suprima de la Ley no son objeto de protección como animales de compañía las piezas de caza o piezas de tiro, en clara referencia a la influencia que ésta puede tener sobre una actividad tan tradicional en los pueblos de la región como es el tiro de pichón. El tiro de pichón y las actividades afines, constituyen a día de hoy una actividad perfectamente reglada, de gran arraigo social en los núcleos rurales, que genera movimiento económico y especialmente contribuye a mantener una raza de palomas (paloma bravía), la cual se cría específicamente para estos fines y que podría desaparecer si perdiera su interés económico. Además, aseguran que constituye un complemento económico importante para algunas familias, cuando no un medio de subsistencia, con lo cual su prohibición provocaría un serio contratiempo todavía más acusado en la situación económica en la que nos hallamos inmersos. En consecuencia, proponen que se excluya de esta Ley toda referencia, directa o indirecta, a la caza, sus medios y métodos. Por otro lado, en relación a la tenencia de hurones, ambas organizaciones consideran que debe exigirse la identificación de los hurones destinados a fines cinegéticos, aunque se exija su correspondiente documentación sanitaria. Referido a las infracciones y sanciones que propone la Ley y el procedimiento sancionador, tanto Aproca como la Federación de Caza consideran que se debe retirar algunos aspectos y modificar otros que entran claramente en conflicto con la actividad cinegética y cualquier modalidad de caza debidamente autorizada.
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