La Guardia Civil identifica a veinte personas por boicotear una batida

Nuevos incidentes se sucedieron, ayer, sábado, en la segunda jornada de la temporada de caza del jabalí en montería en la Reserva Regional de Saja. Grupos de cazadores regionales disconformes con la nueva reglamentación venatoria, forzaron a suspender una batida en el monte cabuérnigo de Rozalén e intentaron paralizar otra, sin conseguirlo en Peña Colsa. La Guardia Civil identificó, en el municipio de Los Tojos, a 20 personas por intentar boicotear esta batida.


Grupos de cazadores regionales obligan a suspender una batida en el monte Rozalén y lo intentan con otra en Peña Colsa
Si ya en la jornada inaugural un nutrido grupo de aficionados a la escopeta se presentaron en la comarca de Liébana forzando la supresión de tres monterías, ayer, se volvieron a personar en Cabuérniga para disuadir, antes de iniciarse la batida que iban a realizar los hombres de Antonio Cadavieco, en Rozalén. En este caso, el jefe de la cuadrilla, ante la presión de los concentrados, optó por no adentrarse en el monte, y retirarse a sus domicilios sin cazar. El mismo grupo opositor se adentró más tarde en el monte Peña Colsa, de Cabuérniga, donde ya estaban interviniendo el grupo de jabalineros de Luis Gutiérrez, profiriendo voces e intentando suspender la batida, sin conseguirlo, dado que los que estaban buscando a los cerdos salvajes decidieron continuar. Aquí, la Guardia Civil montó un dispositivo de identificación de quienes intentaban distorsionar el normal desarrollo de la montería. En este lote finalmente se abatió un jabalí. En la comarca de Cabuérniga, por otro lado, se desarrollaron otras dos cacerías con normalidad. En Mozagro cazó el equipo que capitanea Francisco Galguera y consiguió una pieza, y en Bárcena y Verdugal, de Polaciones, la cuadrilla de Ángel Sierra, capturó dos jabalís. La aprobación de una nueva normativa de caza en la Reserva Regional de Saja, que ha entrado en vigor esta campaña, ha generado un fuerte rechazo por la mayoría de las cuadrillas regionales, que se siente discriminadas y por ello, de las 34 que se habían inscrito, solamente optaron por escoger cacerías en el reparto, nueve. Estos grupos llegaron a exteriorizar su descontento manifestándose por las calles de Santander. Las 47 cuadrillas locales, –que son aquellas que tienen a todos sus miembros residiendo dentro de la reserva cántabra– están de acuerdo con el reglamento y, por tanto, escogieron sus cacerías. En la campaña anterior, fueron los grupos de la comarca de Liébana y del Nansa los que no cazaron, igualmente, por no estar de acuerdo con la reglamentación entonces vigente. Además, en la zona de Valdeiguña no habrá actividad dado que ante el plante de los grupos de la zona, el resto de las cuadrillas decidieron respetar los montes y no escoger en ellos cacerías.
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