Los colmillos de un jabalí rasgan 18 centímetros la pierna de un cazador durante una espera
El cazador necesitó ser atendido en un centro hospitalario. Le practicaron tres puntos de sutura para cerrar la herida. Horas más tarde, volvió al sembrado en el que le hirió el jabalí y lo encontró sin vida a 25 metros del lugar del ataque.
Se trataba de un ejemplar de 85 kilos de peso armado con unas largas y afiladas navajas. Una vez realizadas las mediciones del trofeo del cochino, obtuvo una puntuación merecedora de una medalla de bronce.
Una espera para controlar los daños en una siembra de garbanzos
A finales de junio un cabrero advirtió a Leonardo Jesús Portillo, vecino de Ardales, municipio de la provincia de Málaga situado en las estribaciones septentrionales de la Sierra de las Nieves, de la presencia de un jabalí de notable tamaño en una plantación de garbanzos. El pastor había visto las huellas del ejemplar y los daños ocasionados en las legumbres.
El pantalón del cazador quedó destrozado por la embestida del jabalí.
El cazador acudió esa misma noche junto a su compañero José "el lápiz" al lugar indicado por el cabrero en una finca de Álora, localidad malagueña ubicada en el centro de la provincia, dentro de la comarca del Valle del Guadalhorce.
El esperista necesitó de tres aguardos para poder ver al jabalí que acudía a comer garbanzos. La madrugada del día 29 de junio Leonardo disparó al macho con su rifle Thompson Compass del calibre 308. El cazador sabía que la bala que había salido del cañón del arma había cumplido su objetivo. El cochino al sentirse herido se refugió en un majano de piedras que había en el interior del cultivo.
Los cazadores esperaron 45 minutos para aproximarse al lugar en el que permanecía inmóvil el suido desde que recibió el impacto del proyectil. Una vez comprobado con un monocular térmico que no se había movido del sitio, Leonardo y José se dirigieron al lugar donde yacía el jabalí.
Estos son los colmillos del jabalí que hirió la pierna del cazador. A la derecha, el trofeo del jabalí una vez preparado en la tablilla.
El jabalí embiste a los cazadores
Cuando los cazadores estaban a pocos metros del cochino este se levantó y embistió a Leonardo mientras intentaba huir del sembrado. Lo hirió en la parte posterior de su pierna derecha. Dada la gravedad de la herida José tuvo que trasladar a su compañero al centro hospitalario más cercano. Los sanitarios decidieron solamente suturar la herida con tres puntos a pesar de medir 18 centímetros para así evitar futuras infecciones.
Nada más amanecer, el cazador herido llamó a su acompañante en la espera para ir a rastrear el jabalí. Al llegar al cultivo, lo vieron sin vida. El cochino se había derrumbado tras atacar a Leonardo y estaba muerto a 25 metros del majano. A tenor de lo ocurrido, cualquier precaución es poca cuando vamos a aproximarnos a un jabalí herido.
Javier Fernández
