Caza de jabalíes enormes en Galicia: 140 kilos y largos colmillos
Un traillerro aplaza un enorme jabalí en su lugar de encame y luego tiene la fortuna de abatirlo una vez es levantado por el resto de perros de la cuadrilla. El macho, de más de 140 kilos, portaba en su boca un notable trofeo. Te mostramos en este artículo cómo aplazan los jabalíes los perreros del norte de España.
Esta modalidad de caza es practicada sobre todo en la zona norte de España en la que los cazadores auxiliados por perros de rastro de diferentes razas, como pueden ser sabuesos, beagles, grifones o grandes azules de Gascuña, siguen los rastros que han dejado los jabalíes en sus andanzas nocturnas hasta detectar su lugar de ocultación.
Jabalí de 167 kilos abatido anteriormente por el cazador.
Una vez localizados los cochinos, se ubican los cazadores que portan las armas de fuego rodeando la zona, normalmente no de una gran extensión, para intentar cazar los jabalíes que se encuentran en el interior de la mancha que han cerrado los monteros.
Una modalidad de caza no exenta de peligro
José Fernández González, un valiente perrero del norte de España, se enfrenta cada jornada a los impresionantes jabalíes que habitan los bosques gallegos. El traillerro se adentra en el interior de la espesura siguiendo el rastro de los cochinos con la única compañía de sus perros atraillados, poniendo en peligro su integridad física.
En marzo un jabalí se abalanzó contra el cazador y sus perros de rastro perforándole el pantalón, por fortuna el ataque del cochino no llegó a desgarrar la pierna de José. No es la primera ocasión en la que el perrero se ve inmerso en una situación similar. Hace dos años, otro cochino se abalanzó sobre él, pero logró esquivar el golpe en el último instante.
Caza con perros de rastro
El sábado por la mañana el traillero de la cuadrilla Monteiros o Fental se adentró junto a su perro Cachorro, un macho de cuatro años de edad de la raza gran azul de Gascuña, para intentar detectar el encame de algún jabalí en una zona muy querenciosa para la especie en un acotado perteneciente a la comarca de Carballino, situada en la provincia de Orense.
Los más de 30 grados centígrados que marcaba el termómetro en ese momento no fueron impedimento alguno para que la portentosa nariz de Cachorro detectara las emanaciones de un enorme cochino encamado en un claro del bosque rodeado de una espesa vegetación. Una vez aplazado el macho José se lo comunicó por la emisora al resto de componentes de la cuadrilla. En el momento en el que los cazadores que portaban armas de fuego se situaron en las posibles rutas de escape del cochino, los perreros soltaron siete podencos para obligar al suido a abandonar su lugar de ocultación.
A la izquierda, José Fernández con el jabalí de 140 kilos abatido el sábado pasado.
La fortuna hizo posible que el encargado de abatir el jabalí de un disparo a bocajarro, efectuado a menos de cinco metros de distancia de su postura, fuese el traillerro que lo aplazó. No es el ejemplar de mayor peso que ha cazado José en su trayectoria cinegética. Hace tres años en el mismo acotado se hizo con un solitario de 167 kilos.
Javier Fernández
