Un armiño se sube a un conejo para intentar matarlo
Un diminuto depredador se engancha del cuello de una presa de mucho mayor tamaño. Esto ocasiona que el conejo corra con su atacante sobre su cuerpo.
La estrategia de caza de estos depredadores suele consistir en acercarse sigilosamente a sus presas y abalanzarse sobre ellas para utilizar su poderosa mordida colocándola en la parte posterior del cuello. Su objetivo es alcanzar la médula espinal y así inmovilizar al animal del que pretende alimentarse, por muy grande que este sea.
Un armiño subido al lomo de un conejo
Es lo que vemos en estas imágenes. La intención de este pequeño armiño, que se encuentra cambiando del color de su manto, por eso vemos tonos rojizos sobre el blanco que suelen lucir en invierno y en zonas nevadas, es posicionarse sobre la espalda del conejo. Esto le dará opción a morder detrás del cuello.
Y parece que lo está consiguiendo, a pesar de la resistencia del lagomorfo, que corre y salta intentando librarse de su “jinete”. Lo vemos perfectamente cuando el conejo llega al camino por el que transita esta persona, en Molsbroek, Lokeren, Bélgica.
El pequeño predador solo desiste de su tentativa cuando el conejo pasa justo al lado de quien graba toda la escena. El animal, desesperado y centrando sus sentidos en librarse del armiño, parece ignorar al ser humano que paseaba por ese camino,
La publicación contiene dos secuencias más de esta misma acción. En una de ellas, vemos con más detalle al armiño, que mira directamente a cámara, extrañado de tener espectadores para su acción de caza. En la otra, el mustélido tiene buen atrapado al conejo, y únicamente lo suelta para volver a mirar a quien se ha acercado a curiosear.
El conejo, una presa común para el armiño
La lucha puede parecer desigual si consideramos que el armiño, Mustela erminea, pesa entre 150 y 400 gramos, mientras que la media que puede alcanzar un conejo en una báscula es de 1,5 kilos. Pero el pequeño carnívoro es un especialista en dar caza a lagomorfos e incluso puede arrastrarlos hasta su madriguera.
¿No lo crees? Pulsa en la siguiente foto y alucina con el vídeo:
