Caza dos impresionantes jabalíes mientras recechaba corzos
Crónicas de caza

Caza dos impresionantes jabalíes mientras recechaba corzos

Un cazador gallego ha conseguido abatir dos jabalíes medallables de la manera más inesperada en una semana de ensueño en una finca abierta mientras trataba de abatir un esquivo corzo al que seguía los pasos desde el inicio de la temporada corcera.


Ambos ejemplares han superado con creces los 100 kilos de peso y portan en su boca unas espectaculares navajas y unas gruesas amoladeras.

Caza de grandes jabalíes al rececho

Un veterano cazador gallego con más cinco décadas cazando a la espera y al rececho ha logrado en tan solo siete días la proeza de abatir dos jabalíes medallables al rececho en una finca abierta de Orense.

Todos los cazadores son conocedores de la dificultad que entraña el acercamiento a un macareno y más en esta época del año en el que el campo es un auténtico secarral. Pues Juancho Fernández lo ha logrado por partida doble mientras cazaba el corzo a rececho. La experiencia del cazador, con más de dos decenas de jabalíes de notables trofeos en su haber y de un impresionante tamaño, ha hecho posible el abate de ambos solitarios.

Un jabalí de 100 kilos armado con unos formidables colmillos

El domingo tres de julio Juancho decidió intentar abatir por enésima vez ese corzo medallable que llevaba meses robándole el sueño. La zona de caza elegida era un monte de mosaico con parcelas de diferentes cultivos. El plan de caza del recechista era asomarse a cada uno de los cultivos con la intención de localizar al astuto cérvido.

Uno tras otro, el cazador fue visitando los sembrados, pero el macho que buscaba no daba señales de vida. En la última de las asomadas, justo antes de anochecer, Juancho localizó un gran jabalí en el extremo opuesto de la parcela de cultivo en la que se encontraba. La distancia a la que se hallaba el cochino no le permitía asegurar el disparo.

Logró aproximarse al solitario ocultándose en la maleza aprovechando que el viento le era favorable. El disparo de su rifle de la marca Sako Carbon Wolf del calibre 7mm Remington Magnum impactó en un punto vital del macareno. Tras una breve búsqueda, encontró el cuerpo sin vida del jabalí a unas decenas de metros del lugar del lance.

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Un jabalí de más de 120 kilos con unos largos y gruesos colmillos

Juancho culminó ayer una inolvidable semana con el abate de un jabalí con un trofeo aún mayor que el que cazó hace siete días en la misma finca. El cazador abatió el impresionante macho de manera fortuita como ocurrió con el otro solitario ya que su objetivo era cazar un corzo. En esta ocasión localizó en un prado a tres jabalíes machos peleando a plena luz del día. El de mayor tamaño logró expulsar a sus congéneres del claro del monte.

Se ocultó en la vegetación y esperó a asegurase que el macho portaba un importante trofeo. La paciencia infinita de Juancho le permitió grabar al macareno antes de ejecutar el lance. Según nos comenta el cazador, "estaba disfrutando de la observación de la naturaleza en estado puro. No me iba a precipitar a la hora de apretar el gatillo. El abate del animal es la culminación del lance y no la esencia de la caza".

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En el momento en que comprobó que se trataba de un formidable ejemplar, disparó su arma. La bala Sako Powerhead de 150 grains que salió del cañón del rifle impactó en el codillo del animal acabando con la vida del solitario de más 120 kilos de peso.

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