Castellón

Un esperista caza un jabalí de 110 kilos con una escopeta paralela con más de medio siglo

Una escopeta paralela del calibre 12 de la prestigiosa marca española Víctor Sarasqueta es el arma elegida para la caza a la espera del jabalí. El viernes logró la última de sus capturas de un certero disparo, un jabalí macho de 110 kilos con unos notables colmillos.


Actualizado
 Antonio Haro caza jabalí con paralela Víctor Sarasqueta
Antonio Haro caza jabalí con paralela Víctor Sarasqueta

El jabalí llevaba 18 meses burlando al cazador. Sabía de su existencia gracias a las huellas que dejaba a su paso y por las informaciones de un compañero que lo vio hace dos años, pero no logró abatirlo. La constancia del esperista hizo posible que hace tres días pudiera hacerse con su trofeo. 

Caza con una auténtica joya de la caza española

Antonio Haro Catalán es un cazador castellonense adicto a las emociones fuertes. De ahí que haya elegido como arma para la caza del jabalí a la espera la escopeta de la marca Víctor Sarasqueta que su tío le regaló hace cinco años. Este es el tiempo que el cazador nacido en Vinaroz, localidad de la provincia de Castellón enclavada en la comarca del Bajo Maestrazgo, lleva practicando la modalidad de la caza del jabalí en aguardo.

El arma fue adquirida por Isidoro, tío del esperista, hace medio siglo. Durante años uso la escopeta para la caza menor pero debido al paso de los años dejó de salir con ella al campo. El arma fabricada por la fábrica de armas fundada por el industrial armero español le resultaba excesivamente pesada para su edad.


El cazador junto al enorme cuerpo del gran jabalí.

Víctor Sarasqueta, armero real

Víctor Sarasqueta Suinaga, fundador de la prestigiosa marca de escopetas, falleció hace 92 años. La fama que le otorgó su esmerado trabajo le llevó a ser elegido "armero real" por el rey Alfonso XIII. Junto con su hermano Juan José Sarasqueta aprendió el oficio de basculero y destacó entre la multitud de talleres armeros de la entonces villa de Éibar, siendo reconocido internacionalmente por la calidad de sus productos.

Entre los premios recibidos por el armero destacan los galardones obtenidos en la Exposición Regional de San Sebastián de 1897, en 1910 en la Feria Internacional de Buenos Aires y en 1930 en la Exposición de Sevilla y Barcelona. La fábrica heredada por sus hijos cesó su actividad en 1992.

Un año y medio tras la pista del jabalí

El esperista ha necesitado decenas de esperas para vencer la partida a este astuto jabalí. Durante este período ha tenido la oportunidad de cazar machos de menor porte, pero no ha apretado el gatillo. Su objetivo era este gran jabalí.

El viernes logró ver por primera vez al animal que llevaba meses quitándole el sueño. Lo esperó en un paso habitual del cochino cercano a su encame. El jabalí sorprendió al cazador al abandonar su lugar de ocultación diurno media hora antes de anochecer. A las 21:15 horas lo oyó avanzando por la vereda. El ruido de las ramas rompiéndose a su paso delataban su presencia.

El esperista lo dejó cumplir. Disparó a menos de 30 metros de distancia. La bala que salió del cañón de su escopeta impactó en el pecho del cochino hiriéndolo de muerte. Nada más chocar el proyectil con su cuerpo se lanzó en una alocada carrera para ocultarse en el monte. El cazador lo encontró sin vida a 130 metros del lugar del disparo.


El cazador utiliza la misma escopeta para la caza menor.

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Un rifle de cerrojo Mauser 1909 Modelo Argentino del calibre 7,65x53 es el arma que utiliza Mauricio Szostak, colaborador habitual de Club de Caza,a la hora de esperar a los jabalíes. Uno de los últimos cochinos abatidos por el esperista pesó 160 kilos.

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Caza un jabalí medallable con la escopeta que le regaló su padre el día que se hizo cazador

El cazador valenciano, Pascual Recatalá de 34 años, ha tenido que esperar 20 años para abatir su primer jabalí medallable. A finales de abril por fin logró cumplir su sueño en una apasionante espera. El esperista cazó el jabalí que tantos años llevaba anhelando con la escopeta semiautomática Beretta que su padre le regaló hace veinte años, el día que obtuvo la licencia de caza y el permiso de armas.

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