Un enorme jabalí atemoriza un camping y la autoridad llama a un rehalero para echarle de allí
Agentes de Medio Ambiente deciden llamar a un rehalero para que lleve a sus perros y alejen al jabalí de un camping repleto de campistas.
La intervención del perrero evitó daños a las personas que disfrutaban de la naturaleza y salvó la vida del jabalí. El cochino atravesó un pantano a nado perseguido por los perros. El jabalí alcanzó la orilla opuesta sin dificultad.
Los cazadores siempre están dispuestos a acudir en auxilio de la sociedad cuando se les necesita. En esta ocasión, un rehalero no pudo asistir ayer a una reunión familiar para auxiliar a Agentes Medio Ambientales.
El gran jabalí se internó en el agua para escapar de los perros, pero estos persiguieron al jabalí por el agua para alejarlo del camping.
El jabalí puso en peligro la integridad física de los campistas
Los hechos ocurrieron ayer por la mañana en un camping situado a la orilla de la presa Marechal Carmona, se trata de una presa sobre el río Ponsul situada en el municipio de Idanha-a-Nova, villa portuguesa perteneciente al distrito de Castelo Branco, región estadística del Centro y comunidad intermunicipal de Beira Baixa.
La llamada de unos campistas alertó a agentes medio ambientales de la presencia de un enorme jabalí en las cercanías del Bar Samora. Estos inmediatamente solicitaron la presencia del propietario de la rehala portuguesa Tadeia Matilhas Idanhense para expulsar al jabalí de la zona y así no tener que abatirlo. El perrero acudió al lugar junto a cuatro de sus perros. Tras unos minutos de búsqueda, detectaron al cochino entre la maleza.
Tres de los perros del rehalero siguen de cerca al jabalí mientras escapa nadando.
Los perros agarraron al jabalí
La valentía de los perros les permitió sujetar al jabalí. A pesar de tener al cochino agarrado, el rehalero y los Agentes Medio Ambientales decidieron no sacrificar al animal. Lo liberaron en una zona alejada de la ubicación del camping. El jabalí trató de volver al lugar donde estaban situados los campistas. La presencia de los perros lo obligó a lanzarse al agua. Los canes nadaron tras él.
El cochino atravesó sin dificultad el caudal de agua. Una vez avanzó unos metros en el agua, el rehalero llamó a sus perros. Estos volvieron al margen del pantano sin problema alguno.
Misión cumplida: el camping queda libre de jabalíes y este cazador ha demostrado que se puede contar con él cuando se le necesita.
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