Pesca mar

Pesca al curricán de túnidos, dentones y peces de San Pedro grabada con una cámara spydro

Un dispositivo spydro graba en aguas del Estrecho de Gibraltar y el Mar Mediterráneo dos jornadas de pesca al curricán. El sistema de grabación acuático nos permite visualizar los ataques de un atún de aleta amarilla, un dentón y varios gallopedros.



La pesca al curricán es una modalidad que se basa en el arrastre del aparejo, se puede realizar tanto desde una embarcación como desde la orilla. Para mayor efectividad se realiza normalmente desde una embarcación.

¿Qué es una cámara spydro?

La tecnología se ha puesto al servicio de la pesca con la creación de las cámaras spydro. Se trata de un dispositivo que se activa en cuanto toca el agua, graba automáticamente cuando pica el pez y las imágenes se sincronizan con el dispositivo móvil del pescador para una visualización instantánea. El sistema está dotado de varios sensores capaces de detectar el nivel de salinidad del agua, la temperatura, la profundidad, así como la cantidad de luz de entorno. Existen dispositivos en el mercado con la capacidad para grabar hasta a 110 metros de profundidad.

Pesca de depredadores en aguas del Estrecho

Alfonso Morey, pescador y cetrero ceutí, grabó  una jornada de pesca al curricán desde embarcación este domingo en aguas del Estrecho de Gibraltar con una cámara spydro.

A lo largo de la mañana de pesca atacaron su muestra de 16 centímetros un dentón y varios peces de San Pedro, especie de pez de la familia Zeidae de color oliva-amarillo que tiene una gran mancha oscura ribeteada de color amarillo en su costado y grandes espinas en la aleta. El depredador habita tanto en fondos de rocas como en praderas submarinas y fondos de arena. La única captura de la jornada fue un pez de esta especie a 32 metros de profundidad.


Alfonso Morey y el pez San Pedro que pescó en aguas del Estrecho.

Pesca de túnidos en el Mar Mediterráneo

Un pescador argelino grabó el espectacular ataque de un atún de aleta amarilla a un calamar mientras pescaba al curricán. El cefalópodo advierte la presencia del depredador segundos antes de que se produzca el ataque, ya que expulsa la tinta al percatarse del peligro, dejando un rastro oscuro que intenta desorientar al atacante. Su intento por salvar la vida no impide el veloz ataque del túnido. El pez, pese a estar varios segundos preso de los anzuelos, logra escapar.

Estás imágenes han sido grabadas en aguas del país africano.

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