Murcia

Un cazador abate un formidable jabalí con unas navajas de 109 puntos

Un joven esperista ha abatido un impresionante jabalí apodado por el cazador con el sobrenombre de ‘El cojo’ después de seis meses de constantes aguardos. El jabalí presentaba una merma en sus extremidades traseras que le impedía desplazarse con normalidad.



El animal fue visto por el cazador por primera vez en octubre. Dos meses más tarde, después de más de una decena de esperas, entró en plaza, pero erró el disparo. Ha tenido que esperar 4 meses para volver a verlo. Finalmente ha logrado hacerse con su ansiado trofeo. Se trata del ejemplar de mayor puntuación cazado por el esperista durante más de una década haciendo aguardos.


Juan Carlos Pérez junto al gran jabalí abatido en espera.

Una década cazando jabalíes a la espera

Juan Carlos Pérez es un cazador murciano de 25 años al que le apasiona la caza a la espera del jabalí. Hace más de una década que practica esta modalidad cinegética. Obtuvo la licencia de caza y el permiso de armas con 14 años.

En su primera temporada como cazador se hizo con su primer cochino durante una espera en un sembrado en verano. El esperista abatió una cochina de unos 70 kilos. El ejemplar formaba parte de una piara de 4 animales que previamente había errado su padre, Juan.

Derribó a la jabalina a la carrera a 5 metros de su postura de un disparo de escopeta, un arma semiautomática Benelli Rafaello Crio. Nada más abatir el cochino, su padre corrió hacia él, estaba situado a 50 metros de su puesto, para fundirse los dos en un abrazo.

El murciano cuenta en sus vitrinas con más de una decena de jabalíes con boca, entre ellos cuatro medallables.

Seis meses tras la pista de un gran jabalí

El último de estos ejemplares merecedoras de una presea lo abatió el día 20 de enero. Sabía de su existencia en el acotado desde el mes de octubre. El día que vio las marcas de sus colmillos en los árboles de la zona. Desde esa fecha su abate se convirtió en un desafío para el esperista. Dos meses más tarde pudo dispararle, pero lo nervios le atenazaron y falló inexplicablemente el disparo. Necesitó de cuatro meses y más de 20 esperas para volver a verlo.


Juan, padre de Juan Carlos y su maestro en la caza del jabalí.

Más de 30 esperas al jabalí cojo

El lugar elegido para el aguardo era una vereda por la que los cochinos accedían a diario a las siembras. Juan Carlos se ubicó en el puesto a las 17 horas. Dos horas y media más tarde entró por la vereda una piara compuesta por una jabalina y 4 bermejos. El esperista no disparó al grupo ya que algo en su interior le decía que esa tarde "El Cojo" acudiría a la cita. Siguiendo los pasos de la piara venía un macho de aproximadamente 70 kilos con unas navajas muy pequeñas.

El aguardista con buen criterio tampoco disparó a este ejemplar. A las 21:30 horas oyó en el barranco donde suponía que tenía el encame "El Cojo" un animal desplazándose por el monte. Tuvo que esperar más de 90 minutos para verlo aparecer en la vereda. Nada más ver al jabalí se percató que se trataba del animal que llevaba más de seis meses buscando.

En esta ocasión no erró el disparo. Necesitó únicamente una detonación de su rifle de la marca Tikka T3X Lite del calibre 300 para derribar al solitario. La bala impactó a 130 metros en el codillo del macareno.

Esperas ante grandes jabalíes

Un cazador abate un astuto y viejo jabalí con tan solo tres patas

El cazador se hizo con este animal de afiladas navajas con la única ayuda de sus podencos y un bretón, que lo mostró en el interior de un espeso zarzal. Iba a cazar conejos.

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Abaten un jabalí de tres patas con unos colmillos de más de 18 centímetros

Acompañamos a unos cazadores de Jaén en una apasionante cacería con un sorprendente resultado: un jabalí de gran trofeo y solo tres patas.

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