Caza un jabalí con unos largos y gruesos colmillos en una batida en abierto en La Rioja
Sus navajas medían 19,5 y 20,1 centímetros y tenían un diámetro de 2,76 y 2,65. Una vez homologado, ha obtenido una puntuación de más de 120 puntos.
Se trata del mayor trofeo abatido por el cazador riojano. El montero cuenta también en sus vitrinas con otro ejemplar medalla de oro, con una boca de 111 puntos, y un cochino de 140 kilos merecedor de una presea plateada.
El cazador junto al jabalí recién abatido
Caza de grandes jabalíes en abierto
Mikel Bermúdez es un cazador riojano nacido en Logroño. El montero tuvo la fortuna de abatir un impresionante jabalí en una batida celebrada en Arnedillo, localidad del Alto Valle del Río Cidacos, el pasado 6 de diciembre.
El puesto que le tocó en suerte en el sorteo al cazador estaba situado en un cierre. Según los integrantes de la cuadrilla que lo invitaron a la jornada de caza, en esa postura jamás se había abatido ningún cochino desde gestionaban el coto.
Impresionante animal abatido en este pinar de La Rioja.
El viejo y astuto jabalí despistó a los perros
La mañana transcurrió sin sobresaltos hasta que dos horas y media más tarde de la suelta de los perros oyó una ladra próxima a su puesto. Se trataba de un jabalí de gran tamaño que se había escabullido de los canes e intentaba huir ocultándose con los pinos. Mikel se percató de la presencia del macareno entre los árboles, pero no apretó el gatillo de su rifle de la marca Remington 750 del calibre .35 whelen.
Jabalí de 140 kilos abatido por el cazador riojano. A la derecha, el gran jabalí abatido por Mikel.
Esperaba para disparar a que el solitario atravesara una zona sin vegetación. Se encaró el rifle para esperarlo en el claro pero segundos antes de cruzarlo el solitario venteo al cazador.
Nada más detectar la presencia del montero, el cochino comenzó a correr ladera abajo. Intentaba alejarse del lugar en el que estaba ubicado Mikel. El cazador apretó el gatillo en dos ocasiones, pero el jabalí continuó su camino.
Desde ese momento nació la duda en el cazador. Desconocía si las balas habían logrado cumplir su objetivo.
Mikel junto a Rodrigo y Óscar Martínez.
El cazador no supo que había abatido el jabalí hasta la finalización de la batida
Al terminar la montería oyó ladrando a varios perros en la zona en la que había visto el jabalí por última vez. Los perreros fueron los primeros en llegar al lugar de la ladra. Allí yacía el cochino al que había disparado el riojano. Estaba a 100 metros del lugar de los disparos.
Cuando el cazador llegó al sitio en el que se encontraban rehaleros y perros se percató del descomunal jabalí que había cazado. Según el afortunado montero, "no paraban de temblarme las piernas mientras contenía la emoción".
El ejemplar pesó más de 120 kilos. Se trataba de un viejo macho con el cuerpo plagado de cicatrices y heridas de las peleas con otros cochinos. El cazador desea mostrar su gratitud a los integrantes de la cuadrilla de cazadores que lo invitaron a disfrutar de una jornada de caza junto a ellos. En todo momento le hicieron sentir uno más.
Este es el trofeo del jabalí, una vez extraído, y la puntuación realizada con una suma de 120,125 puntos.
Caza de grandes jabalíes
Abaten un impresionante jabalí con unos colmillos de más de 20 centímetros y una amoladera de 23 en la Reserva Regional de Caza de Cameros-Demanda
Según las mediciones del taxidermista que va a inmortalizar su espectacular trofeo, obtendrá una puntuación de 126,85 puntos. Las descomunales medidas de su boca lo ubicarían entre los mejores ejemplares cazados en España.
Pulsa en la imagen para seguir leyendo:
Abate un jabalí de impresionantes colmillos, un medalla de oro
La boca del macareno después de ser homologada obtuvo una puntuación que le hizo merecedora de una medalla de oro. Un animal que le quitaría el sueño a cualquier montero.
Pulsa en la imagen para más información:
