Crónicas de caza

En vídeo: el puesto más afortunado: cuatro jabalíes y, una semana antes, un cochino de 131 kilos

Un cazador abate cuatro jabalíes a la carrera en el mismo puesto en el que hace unos escasos siete días capturó un impresionante jabalí de 131 kilos con unas formidables navajas. Y nos envía vídeos de dos de los lances.



El montero tuvo la fortuna de disfrutar de este inolvidable día junto a su hijo Yerai, de tan sólo 12 años. Jornadas de caza como estas son las que permanecen por siempre en la memoria y crean afición.

Dos de los miembros de la familia Rivera, una dinastía de cazadores

Club de Caza compartió una batida de jabalíes junto a ellos hace tan sólo siete días en la que Óscar, integrante de la colla de la provincia de Barcelona L"Esquirol Petit, con sede en el municipio de Lliçà d"Amunt, situado en la comarca del Vallés Oriental, abatió un espectacular jabalí. Según el montero, uno de los ejemplares de mayor porte cazados en la zona en los últimos años.

El montero abate cuatro jabalíes a 200 metros del lugar en el que cazó un enorme cochino la semana anterior

La colla decidió batir ayer la misma zona en la que la semana anterior habían logrado capturar un ejemplar medallable. El montero tuvo el santo de cara, al igual que en la última cacería a la que asistió.

Le tocó en suerte un puesto de cierre con un amplio tiradero. Uno tras otro fueron pasando frente a su postura cuatro jabalíes a los que derribó con maestría con los disparos de su rifle de Benelli Argo del calibre .270 Winchester Magnum.

Ninguno de los ejemplares se trataba de un gran macho de grandes navajas como el abatido por el cazador la semana anterior, pero en la caza para los monteros lo importante no son los trofeos, son los lances y los momentos vividos como este junto a su hijo.

Una jornada de caza en familia en la que se abatió un jabalí medallable de 131 kilos

El cazador, Óscar Rivera, compartió el sábado 5 de diciembre una jornada de caza junto a su padre Pedro y su hijo Yerai. Óscar y su progenitor ocupaban dos puestos contiguos en un cierre, únicamente separados por 200 metros de distancia, en la mancha a batir de pinos y monte bajo.

Después de producirse una ladra de los perros de rastro de la colla un jabalí de gran tamaño atravesó frente a su armada. Se sucedieron las detonaciones por parte de los monteros. Todos ellos erraron los disparos.

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Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.

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