20 meses tras la pista del gran jabalí
Un joven esperista logra ganarle la partida a un viejo y astuto jabalí después de 20 meses. Lo vio por primera vez en abril del año 2020 en la grabación de una de las cámaras de foto trampeo ubicadas, como elemento de gestión, en la sociedad de cazadores que preside.
Se trata del mayor ejemplar abatido en su vida. El impresionante jabalí alcanzó en la báscula un peso de 135 kilos y portaba en su boca unas imponentes navajas.
Un joven cazador con vocación de servicio
Alejandro Egea es un joven esperista valenciano nacido en Aielo de Malferit, municipio situado en el sur de la provincia de Valencia, hace 27 años. A pesar de su juventud desde hace tres años preside la sociedad de cazadores de su ciudad natal.
En los terrenos gestionados por el grupo de cazadores los 168 miembros de la sociedad practican las modalidades de caza al salto, el zorzal a puesto fijo y la espera del jabalí.
Esta es la primera imagen que captó el cazador del gran jabalí, y fue hace 20 meses.
Un jabalí con nombre propio
El esperista observó por primera al jabalí en abril del año 2020 en una de las grabaciones de las cámaras de foto-trampeo situadas en el acotado.
El miércoles por fin pudo abatir al astuto macareno después de más de 25 aguardos en los que siempre había sido capaz de detectar su presencia y la de su primo Pablo Montoya. Ambos cazadores lo bautizaron con el nombre de Senio en honor a uno de sus mejores perros de caza.
Alejandro posa junto al gran jabalí acompañado de su padre. A la derecha, los largos y temibles los colmillos del jabalí cazado en la noche del miércoles.
La perseverancia le permitió abatir al astuto jabalí
El miércoles por la tarde una vez finalizada su jornada laboral el esperista decidió intentar por enésima vez abatir al solitario. En esta ocasión se ubicó en una zona del coto donde el cochino se alimentaba habitualmente a tenor de sus huellas y las marcas que dejaba con sus colmillos en los árboles cercanos.
El reloj marcaba las 21 horas pero, pese a las bajas temperaturas, decidió permanecer en el puesto hasta medianoche. Media hora más tarde oyó un ruido en el monte.
El gran jabalí estaba allí. Durante más de 10 minutos permaneció inmóvil entre las sombras al igual que había hecho en anteriores ocasiones.
Transcurrido este tiempo, irrumpió en un claro del monte, a más de 200 metros del lugar en el que estaba ubicado Alejandro. Es la primera vez en 20 meses que se le ponía a tiro. El esperista no lo dudó un instante y apretó el gatillo de su rifle de la marca Bergara modelo B14 del calibre .308.
Este es el trofeo del jabalí.
Un certero disparo
El macareno nada más notar el impacto de la bala en su cuerpo corrió hacia un barranco situado a 20 metros del lugar del disparo. El cazador esperó unos minutos antes de asomarse a la quebrada. Allí estaba, por fin había logrado ganarle la partida.
Embriagado por la emoción del momento, inmediatamente llamó a su padre Juan Vicente y a su amigo Toni Moscardó para contarles lo sucedido.
El esperista, dada la corpulencia del cochino y lo abrupto del sitio donde yacía, necesitó la ayuda de su padre, su tío Ricardo y de su amigo Nacho para poder trasladar el jabalí hasta el lugar donde se encontraba su vehículo.
Cazadores de jabalíes en espera
Una cazadora abate dos impresionantes jabalíes medallables en menos de una hora en una espera
Lo primero a destacar es que se trataba de una finca abierta. Los dos espectaculares cochinos fueron capturados en una jornada de caza celebrada por control de daños a la agricultura, dadas las cuantiosas pérdidas en los cultivos ocasionadas por los jabalíes en la zona.
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Se queda dormido durante una espera al jabalí y al despertar se encuentra frente a él al animal que llevaba semanas intentando abatir
Cuando abrió los ojos no sabía si aún estaba soñando, ya que tenía a tiro, iluminada por la luz de la luna, la silueta de un macareno con unos colmillos medalla de oro de 115 puntos. El mayor que ha abatido en su vida.
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Caza en espera tres jabalíes de gran trofeo en menos de un mes
Este cazador valenciano especializado en la caza en espera en abierto abate otro jabalí de notable trofeo en menos de una semana. Es el tercer jabalí con boca que captura en menos de un mes en el coto de su localidad, ya que en un aguardo realizado el jueves abatió otro macho, también de afiladas navajas.
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