Se hace cazadora y abate un espectacular jabalí de más de 100 kilos
La montera no nació en una familia de cazadores. Se inició en el mundo de la caza para acompañar a su pareja y ahora es ella la que impulsa a ambos a ir de caza.
La caza del jabalí es capaz de generar en la montera grandes emociones que la han llevado a covertirla en la mayor de sus pasiones. Tiene en su haber una decena de notables bocas todas ellas abatidas en abierto.
¿Un cazador nace o se hace?
Heli Sánchez es una cazadora tarraconense nacida en el municipio de Montblanc, capital de la comarca de la Cuenca de Barberá, que pese a no haber formado parte de una familia de cazadores ha convertido la caza en uno de los motores de su vida.
Se casó hace 16 años con el cazador Ramón González. Hace una década comenzó a compartir con él la afición por la caza. La cazadora decidió acompañar un día a su pareja en una jornada de caza y se sintió tan bien acogida por aquellos que forman parte de la colla del jabalines del Albert que comenzó a asistir a las batidas cada semana. El grupo de cazadores gestiona terrenos en los municipios de Vilavert y La Riba, situados en la comarca catalana de la Cuenca de Barberá y del Alto Campo. Heli se limitó los siete primeros años a acompañar a Ramón.
Obtuvo la licencia de caza en el año 2018.
La caza del jabalí en batida es su modalidad preferida de caza
Las modalidades de caza que practica actualmente son la caza menor con perros de la raza podenco andaluz y orito, pero la que hace latir su corazón con fuerza es la caza mayor, sobre todo la del jabalí. En el transcurso de su primera temporada como cazadora abatió su primer cochino.
La montera estaba ubicada en un puesto de cierre en una mancha de coscoja y encinas. Necesitó un único disparo de su escopeta del calibre 12 de la marca Beretta para capturar a la jabalina. La cazadora tuvo grandes dificultades en su primera temporada de caza a la hora de efectuar los disparos. No logró adaptarse al arma. La montera disparaba con una escopeta para diestros cuando es zurda.
Un año más tarde pudo comprar un rifle adecuado y en la primera cacería que lo utilizó abatió un jabalí de más de 100 kilos. Lo derribó en un prado a 20 metros de distancia. Una vez homologado el trofeo obtuvo una puntuación merecedora de una medalla de bronce. Su hijo Joan, de 25 años, también se ha sumado esta temporada a la cuadrilla de caza. Acompaña en las batidas a los perreros.
Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.
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