Murcia

Abate un impresionante jabalí que estaba destrozando el sistema de riego de un olivar

El afortunado cazador que ha abatido este gran ejemplar es Juan Antonio García. Un veterano esperista y activo defensor de la caza en redes sociales. Creó el grupo de cazadores de Facebook ‘Todo jabalí’ (apasionados a la espera) hace cinco años.



Su objetivo es luchar y defender la imagen de la caza centrándose en una de las especies que más apasiona al cazador: el jabalí.

El cazador de 47 años tiene en su haber una treintena de notables bocas. Algunas de ellas medalla de oro. Entre ellas destaca la de un imponente jabalí de 146 kilos. El último gran cochino que ha cazado es un ejemplar medallable de 110 kilos. Lo abatió hace una semana en una espera por control de daños a la agricultura.

Más de tres décadas dedicadas a la caza del jabalí

Juan Antonio García es un experimentado esperistas murciano, nacido en Moratalla, con más de tres décadas en la caza a sus espaldas. Obtuvo por primera vez la licencia de caza hace 31 años cuando contaba tan sólo con 16. Es un gran apasionado de la caza menor con perros y la caza mayor. El cazador se hizo novio en el año de su debut oficial en la caza abatiendo un jabalí en espera. Se trataba de un macho con boca no medallable. Necesitó varias semanas para ganar la partida al cochino.

Una noche sin luna lo abatió a menos 15 metros de distancia con una escopeta del calibre 12.

Un imponente jabalí es abatido por el cazador en una cacería por control de daños

El esperista se hizo con un espectacular cochino la noche del viernes 29 de octubre después de más de cinco horas de espera. El propietario de un olivar solicitó su ayuda hace varias semanas. Los jabalíes le estaban destrozando el sistema de riego por goteo. Nada más recibir la llamada del agricultor se dirigió al lugar y estuvo dos semanas observando el terreno antes de realizar la primera espera. Detectó junto a las huellas de varias hembras acompañadas de rayones la de un macareno. En unos pinos pudo ver las marcas que había dejado con sus colmillos.

El lugar elegido para el aguardo era una zona elevada desde la que podía ver con claridad la vereda por la que accedían los suidos a los olivos.

El astuto jabalí estuvo más de cuatro horas oculto entre los pinos

Una piara de rayones junto a una hembra visitaron el olivar nada más oscurecer. El cazador pese a tratarse de una cacería por control de daños con buen criterio no disparó su arma. A las 21:30 horas pudo oír por primera vez al solitario. El gran jabalí se ocultaba entre las sombras. Algo le hacia desconfiar. Permaneció escondido entre unos pinos próximos al olivar durante más de cuatro horas. El cazador aprovechó el único instante en el que abandonó su lugar de ocultación para asomarse a los olivos. Apretó el gatillo de su rifle monotiro del calibre 30-06 de la marca Bergara. La bala impactó a 110 metros de distancia en el codillo del macareno. El jabalí alcanzó en la báscula un peso de 110 kilos.

En su boca portaba unas impresionantes navajas, según el criterio del experimentado esperista, merecedoras de una presea.

 

Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.

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