Madrid

Un rehalero, después de perder totalmente la visión, se aferra a la caza para seguir viviendo

Un cazador pierde la visión a los 55 años años de edad. El estado de ansiedad que le produce este hecho le causa una enfermedad cerebrovascular, ya que cuanto mayor sea el nivel de ansiedad, mayor es el riesgo de sufrir un ictus, que paraliza la mitad de su cuerpo. El perrero se ve sumido en una profunda depresión durante el período de hospitalización que le hace cuestionarse «vivir o dejar de luchar y morir».


 rehalero después de perder totalmente la visión
rehalero después de perder totalmente la visión

Los guerreros, como Félix María Díaz, jamás abandonan la lucha. El cazador se aferró a la caza, la mayor de sus pasiones, y a su familia y amigos para salir del pozo en el que se había visto metido. Solicitó un rehabilitador a la ONCE, Organización Nacional de Ciegos Españoles, para que le ayudara a desenvolverse en el campo. El perrero, gracias a la ayuda de este y a la de sus hijos, 18 meses después de haber perdido totalmente la visión, vuelve a la caza. Participa en una batida junto a los rehaleros y sus perros.

Esta es la historia de superación de un rehalero madrileño de 58 años

Félix María Diaz es un veterano perrero propietario de una revoca de 12 perros de las razas podenco andaluz, bóxer y varios cruces de diferentes razas de perro de agarre. La vida no ha parado de ponerle piedras en el camino. Su arrojo y valentía le han permitido superar la pérdida de la visión de ambos ojos, hace tres años, y un ictus, producido por la ruptura o el taponamiento de un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro, que paralizó gran parte de su cuerpo un largo período de tiempo.

El calvario del rehalero comenzó hace 13 años cuando le diagnosticaron una enfermedad degenerativa: retinosis pigmentaria

Se trata de una enfermedad de origen genético que provoca una degeneración progresiva de las células del ojo sensibles a la luz que poco a poco va perdiendo la visión. El cazador se percató de que empezó a perder el campo de visión lateral. Los especialistas le diagnosticaron esta enfermedad pero dada su avanzada edad no pensaron que pudiera perder la visión total de ambos ojos. El hecho de que su hija padeciera una grave dolencia, que puso en peligro su vida, le produjo un gran estado de ansiedad. Su alto grado de estrés aceleró el proceso degenerativo y Félix, para sorpresa de todos los médicos, en el año 2018 se queda totalmente ciego.

El cazador sufre un ictus seis meses después de perder la visión

La imposibilidad de no valerse por sí mismo y no poder cazar —es cazador desde que tiene uso de razón— le produce tal grado de ansiedad que seis meses más tarde sufre un ictus.

Según el estudio publicado por la revista Stroke, cuanto mayor es el nivel de ansiedad de una persona, mayor es el riesgo de sufrir un ictus. El cazador se sume en una profunda depresión durante el período de hospitalizacion.

El cazador se planteó dejar de luchar para seguir viviendo

En el hospital Félix se dijo a sí mismo que tenía que tomar una decisión: «vivir o morir». La caza, su familia y amigos le ayudaron a seguir luchando. Volvió a cazar el verano del año 2019 después de varios meses de rehabilitación. Félix es el sucesor de una dinastía de cazadores. Su padre y sus abuelos también eran cazadores y grandes apasionados de los perros. A los 17 tuvo su primer can de caza. Siempre ha practicado la caza menor hasta que hace más de una década formó su propia recova de perros para la modalidad de caza de jabalíes al salto.

La pérdida de la visión no le ha impedido seguir cazando. Distingue a sus perros por el sonido de las campanillas que portan en sus cuellos y por el sonido de sus jadeos y ladras.

Félix se ha puesto en contacto con Club de Caza no para contar su historia, sino para agradecer a todos aquellos que le han ayudado a cumplir su sueño

«Toñi, mi mujer, y mis hijos, Alejandro y Natalia, han sido todo este tiempo mis pies y mis manos. Sin ellos mi vuelta a la caza no hubiese sido posible. Durante mi hospitalizacion y el periodo de rehabilitación mi familia cuidó de mis perros». Actualmente su hijo y un familiar de nombre Iker le ayudan en estos menesteres. «Agradezco a Antonio, rehabilitador de la ONCE, su apoyo incondicional. No puedo dejar de nombrar a José, mi hermano, a mis primos Yeray, Angel e Iker y su hijo Alejandro, gracias a los cuales cada semana puedo ir de caza. Agradezco también su ayuda a Javier, un gran rehalero, y a Fernando García».

No te lo pierdas

Un cazador abate un jabalí 18 días después de que le amputaran una pierna

El amor y la pasión del cazador por la caza todo lo pudo. Aún convaleciente de la terrible operación que le llevó a perder una pierna, participó en la montería que él había preparado antes de que la enfermedad le cambiara la vida.

Pulsa en la imagen para más información:

Un ictus le priva de cazar, pero va cada jornada a escuchar las batidas de su cuadrilla

El sueño de este cazador es poder volver a cazar. El amor y la pasión por la caza de Francisco José le llevan a acudir cada jornada al lugar donde se celebra la batida de su cuadrilla para oír su desarrollo por la emisora. Una enfermedad le impide desde hace años poder desplazarse.

Pulsa en la imagen para saber más:

Nada ni nadie puede parar a Antonio cuando llega la temporada de caza

Este cazador es un ejemplo de superación. Ha logrado vencer todos los obstáculos que ha puesto la vida en su camino para continuar disfrutando de la mayor de sus pasiones, la caza.

Pulsa en la imagen para seguir leyendo:

Comparte este artículo

Publicidad