Vamos de caza a la perdiz con setter inglés

Los perros llevan un rato trabajando a las perdices. Estamos en el norte peninsular, y la vegetación les sirve para ir dejando atrás a sus perseguidores. Pero la nariz de estos setters ingleses es prodigiosa y encuentran sus emanaciones de nuevo.

Entonces, el cazador supera un repecho del terreno y es cuando arranca en vuelo la primera de las patirrojas. Un disparo certero corta su huida. Pero ahí no termina el lance.

Allí hay más perdices

El cazador nos explica lo que estamos viendo: “Los perros apenas se ven porque estaban tumbados y cuando subo el desnivel empiezan a levantarse las perdices”. Tras el primer disparo, muy certero, el cazador gira la cámara que lleva en la cabeza y vemos a los setters que continúan mostrando. No se han movido porque allí hay más perdices.

Efectivamente, otro pájaro arranca en vuelo más cerca de la escopeta. Un nuevo disparo la derriba. Es cuando el cazador mira de nuevo a los perros de muestra y estos se levantan y giran para abarcar el terreno un poco más allí. Y vuelven a quedar en muestra. Esto advierte al cazador para recargar el arma. Y, en el momento en el que ordena a los perros que cobren los pájaros abatidos, su voz hace levantarse a otras dos perdices, completando unos minutos de ensueño para cualquier cazador con perro de muestra.

Más setters y perdices

Así encuentra una becada mientras entrena a su perro para cazar perdices

Este setter inglés da con una becada cuando se encontraba en medio del campo entrenando para aprender a cazar perdices. Un premio a su trabajo que su propietario nunca olvidará.

Pulsa en la imagen para seguir leyendo:

Tras las perdices italianas con escopetas Franchi

Perdiz pardilla y roja, setter inglés y escopetas Franchi. Ingredientes que, sumados a un entorno de montaña en la reserva de caza más grande de Italia, nos ha posibilitado vivir una experiencia de caza inolvidable.

Pulsa en la imagen para más información: