En vídeo: abate un impresionante jabalí a la carrera a más de 60 metros con un disparo de su escopeta
Un rehalero acude en auxilio de los perros participantes en una batida. Estos se enfrentan a un enorme jabalí armado con unas poderosas defensas. Te contamos lo que sucede a continuación.
El suido, al oír la llegada del perrero, abandona la contienda para intentar ocultarse en un barranco cercano. Pero el cazador evita su huida de un impresionante disparo de escopeta.
En algunas comunidades autónomas del norte de España es común que los perreros porten armas de fuego. Son necesarias para garantizar la seguridad de los integrantes de la cuadrilla de perros y la propia del rehalero o traillero. Las rehalas de estas zonas de la península están compuestas por un menor número de integrantes que en el sur. En su mayoría, por razas de rastro, no estando presentes en el mayor número de los casos canes de agarre.
Una pareja de rehaleros abate un gran jabalí
El sábado, el rehalero Arnau Carrasco Capdevilla, de Alforja, municipio tarraconense situado en la comarca del Bajo Campo, abatió un espectacular jabalí de más de 100 kilos y que lucía unas formidables navajas. El perrero iba acompañado por su pareja, la también rehalera Alba Sánchez, hija del afamado rehalero Antonio Sánchez, de la colla Puig Mari Ruidecols.
Ambos cazan con un grupo de perros compuesto por podencos andaluces y campaneros, jagd terriers, perros de medio rastro, anglos y varias razas de perros de presa.
En una batida celebrada el sábado en la localidad de Porrera, ubicada en la comarca catalana de Priorato, en una mancha de encinas y monte bajo, cazaron uno de los mayores ejemplares de sus vidas.
Arnau Carrasco y Alba Sánchez junto al jabalí abatido por el primero.
Así fue el lance jabalinero
La rehalera nos narra el lance en el que Arnau derribó de un certero disparo al macareno.
"El sábado fuimos a cazar a un pueblo vecino. En la batida participan nuestras rehalas y la de un amigo. A media mañana se produjo una ladra de un perro de la raza anglofrancés a unos 350 metros de donde estábamos situados. Delataba la presencia de un jabalí en el lado opuesto de un profundo barranco que nos separaba del can. Nos dirigimos corriendo al borde de la quebrada para posicionarnos lo más cerca posible del perro. Minutos más tarde, al can de rastro se unieron nuestros perros junto a los del compañero que participaba en la batida".
Alba es una apasionada de la caza del jabalí con perros. A la derecha, lgunos de los perros de Arnau y Alba para la caza del jabalí.
Un jabalí ‘kamikaze’
"El solitario plantó cara a los perros en un matorral. Al oírnos llegar, al filo del barranco, se lanzó como un "kamikaze" a gran velocidad ladera abajo para intentar refugiarse en la tupida maleza de la quebrada. Arnau decidió dispararle con su escopeta pese a la gran dificultad que entrañaba el tiro por la velocidad del animal y a la distancia a la que se encontraba. Temía que volviera a enfrentarse a los perros.
Únicamente tenía una oportunidad antes de que alcanzara el lugar donde pretendía refugiarse. Por suerte, la bala impactó en el cuerpo del jabalí, fulminándolo al instante". Se trataba de un cochino de impresionantes navajas con un peso superior a los 100 kilos.
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«Un lance de esos que no se olvidan». De esta manera describe María Audí lo que vivió el pasado fin de semana mientras cazaba junto a su pareja, Jordi Fernández, en un pueblo llamado Juseu, en Huesca.
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Un impresionante doblete de jabalíes con escopeta
Los cochinos cruzan a gran velocidad por un claro que se encuentra a más de cien metros de su postura. Pero no es problema para este cazador, que demuestra una gran puntería con dos certeros disparos.
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