Abaten un extraño jabalí rubio de más de 110 kilos con unas formidables navajas
La naturaleza no deja de sorprendernos con la aparición de animales de pigmentaciones atípicas. El domingo, una colla leridana cazó un jabalí con un manto de excepcional belleza dotado de una extraordinaria boca.
El extrañísimo jabalí está aún pendiente de homologación. Según el taxidermista, que inmortalizará el trofeo, podría alcanzar una puntuación cercana al oro.
El inicio de la temporada nos ha deparado la captura de jabalíes con colores de pelo infrecuentes. En esta ocasión, se trata de un animal que presenta leucismo, particularidad genética debida a un gen recesivo, que da un color blanco al pelaje o plumaje.
Hace una semana, un cazador jienense abatió en una espera por control de daño un jabalí blanco con un notable trofeo. Otro animal de las mismas características fue cazado en una montería en abierto celebrada en Álava el 19 de septiembre. Abajo te dejamos los enlaces por si aún no has leído estas crónicas de caza.
Miquel fue el cazador que abatió al sorprendente jabalí. A la derecha, Mayte Jiménez, cazadora y criadora catalana de perros de la raza leonado de Bretaña y propietaria de la rehala Els Garidells, junto al extraño jabalí.
Mutaciones o cruces con cerdos domésticos
Siempre que aparecen en redes sociales jabalíes con pigmentaciones infrecuentes se abre el debate entre los apasionados a la caza del suido. En la mayoría de las ocasiones achacan la aparición de estas piezas a cruces con cerdos domésticos, pero en la naturaleza cada vez son más habituales las mutaciones genéticas que dan lugar a animales melánicos, albinos o con leucismo.
En la batida se abatieron otros jabalíes de distintos tamaños.
Un gran jabalí de pelo claro en una batida en abierto
Un integrante de la colla leridana de Carreu abatió este domingo en el coto de Isona, en el prepirineo de Lérida, un jabalí con estas atípicas características. Junto a este ejemplar, se abatieron 6 jabalíes más y dos corzos. En la batida participaron cinco perreros y 22 monteros. Los perreros hicieron un gran esfuerzo en un terreno de alta montaña cubierto de monte bajo y pino para llevar las reses hasta las posturas.
Entre las rehalas participantes se encontraba la de Mayte Jiménez, cazadora y criadora catalana de perros de la raza leonado de Bretaña y propietaria de la rehala Els Garidells y del afijo Grifón Leonado de Bretaña dels Garidells. También la de su pareja, Raúl Carné, gran aficionado a los perros de rastro de la raza beagle propietario del afijo Beagles dels Garidells.
La rehalera catalana actúa como portavoz de la cuadrilla para narrarnos la crónica de la montería:
"A las 10:00 horas se soltaron los perros. Inicialmente se abatió una zona de solana en la que únicamente se levantaron corzos. Los jabalíes dadas las altas temperaturas buscaron refugio en la umbría. Hasta las 12:00 horas los canes no detectaron la presencia de ningún cochino.
Las posturas abatieron varios de los ejemplares levantados de sus encames. Cuando se iba a dar por finalizada la batida, una gran piara de jabalíes irrumpió en la mancha llevándose tras de sí a gran parte de los perros participantes en la cacería. Entre ellos, los de Raúl, los de Ramón, el capitán de colla, y los míos. Hasta las 19 horas estuvimos recogiendo perros. Esta es la sacrificada vida del rehalero”.
Un extraordinario jabalí puso el colofón a una gran jornada de caza
“Al finalizar la batida, Miquel el presidente del coto de Isona nos llamó para que nos acercaremos a su puesto situado en una vereda entre los pinos. Quería que viéramos el jabalí que había abatido. Al llegar al lugar a su alrededor estaban congregados varios monteros de las posturas cercanas. Cuando vi el cochino que había cazado me quedé petrificada. Jamás había visto un animal de similares características con esa extraordinaria boca”.
El cazador regaló el espectacular trofeo a la rehalera
“Le pedí a Miquel que me regalara el trofeo del jabalí porque quería inmortalizarlo de pecho, dada su excepcional belleza. Este accedió amablemente a mi solicitud. El montero abatió el jabalí de más de 110 kilos de peso de un único y certero disparo en el cuello de su rifle de cerrojo de la marca Blaser Short Magnum del calibre .270.
Impresionante el pelaje, el cuerpo y los colmillos de este gran jabalí.
En la caza, la seguridad es siempre lo primero
El montero oyó las pisadas de una res entre los pinos. En un primer momento, debido a su color claro, pensó que podría tratarse de un perro o un ternero. No apretó el gatillo hasta que se aseguró que se trataba de un jabalí. Lo dejo cumplir hasta situarse a menos de 15 metros de su postura. Hace varios años abatieron en la zona un animal similar, pero de menor porte".
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