Crónicas de caza

Caza un enorme jabalí con tres patas y 21 centímetros de colmillo y otro de 140 kilos

La caza de un gran jabalí centra los sueños de todos los jabalineros. Pero conseguir dos grandes machos con trofeos impresionantes se convierte en una hazaña al alcance de muy pocos.


 caza gran jabalí 3 patas
caza gran jabalí 3 patas

Y uno de esos pocos grandes cazadores es Carlos Javier de la Fuente. Zamorano, acude a los montes de la comarca de Aliste, en la frontera de la provincia castellano leonesa con Portugal.

Un rececho de corzo con final diferente

Allí salió tras los corzos el pasado 24 de septiembre, hace apenas dos semanas. Los corzos no se lo ponían fácil, y no salían del refugio que la vegetación de la zona les brindaba. Además, había llovido en las horas anteriores al comienzo de la caza.

Esto propició un lance no esperado para ese día. Un gran jabalí estaba hozando en un rastrojo, junto al monte. El cazador nos relata que fue avanzando en una entrada sigilosa, siempre a favor de aire. Dudaba del tamaño del animal, pero cuando se acercó y el jabalí levantó la cabeza, le mostró al monte unas impresionantes defensas.


Carlos posa junto al extraordinario jabalí de 3 patas y grandes colmillos de más de 20 cm.

Con solo tres patas

Y el cazador pudo verlas a 120 metros de distancia. Encaró su rifle de calibre .270 WSM y los 130 greins d la bala disparada culminaron un lance inolvidable. Lo más curioso es que el jabalí tenía solo tres patas.

Una circunstancia que cuando ha compartido en redes sociales, curiosamente varios cazadores han apuntado que les ha pasado lo mismo: cuando a un jabalí le faltaba una pata, contaba con colmillos enormes. Quizás la merma física les lleve a actuar de una forma más cautelosa y eso les permita vivir más.

Este, concretamente, contaba con unos colmillos de 21,5 centímetros, algo impresionante.


Impresionante el enorme cuerpo del jabalí de 140 kilos abatido en espera.

Dos semanas después, un jabalí de 140 kilos

Avanzamos en el calendario hasta el miércoles día 6 de octubre. Carlos realiza otra de sus pasiones: la espera. Los jabalíes están causando daños en las siembras de la zona, y el cazador no duda en acudir en ayuda de los agricultores. Además, le acompañaba un amigo que había controlado los rastros de un jabalí aquerenciado a hozar en los cultivos.

El cochino estaba destrozando desde hacía 4 días unas tierras recién sembradas. Se trataba de un jabalí conocido por los cazadores, que llevaban bastante tiempo detrás de él. El jabalí acudió a la cita, cegado por las semillas y por el hambre, y Carlos no falló. Nos cuenta que al impresionante animal, además de destacar por los colmillos, las siembras le habían engordado hasta pasar de los 140 kilos.

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