¿Hay perdices morunas en la península?
La respuesta es sí. Aquí te hablamos de ellas, dónde encontrarlas y cuándo eran cazadas por cazadores del sur peninsular.
La perdiz moruna, especie de ave galliforme de la familia Phasianidae, autóctona del norte de África, habita también en territorio peninsular. En España puebla la superficie de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y las Islas Canarias.
En la península, hace décadas era cazada por cazadores del Campo de Gibraltar. Club de Caza entrevista a uno de estos veteranos perdiceros. A día de hoy, su hábitat se ha reducido a las estribaciones del Peñón de Gibraltar, donde es habitual observarlas, como podemos ver en las imágenes.
Las perdices morunas de la península, ¿son autóctonas o fueron introducidas?
Según estudios científicos realizados sobre las poblaciones de perdices morunas existentes a día de hoy en Gibraltar, se desconoce si esta especie es autóctona de la avifauna del Peñón o si fue introducida por el hombre. El presente año se está realizando un estudio genético para tratar de determinar si estas aves son genéticamente diferentes a los ejemplares que habitan el norte de África o en cualquier otro lugar.
Si nos remontamos al año 1749, el libro de órdenes del gobernador de la colonia británica, el general H. Bland, registró la importación de una "remesa de Berbería" para su caza. Existe la posibilidad de que no fueran los primeros ejemplares de la especie en la zona, sino que se importaran de Marruecos para reforzar la población nativa.
Perdices morunas en el peñón de Gibraltar.
Las primeras observaciones de perdices morunas de la subespecie bárbara, actualmente pueblan el Peñón, fueron registradas en Gibraltar por el reverendo John White en 1771. Hace décadas, las perdices morunas eran piezas habituales en las perchas de los cazadores de la zona
La especie estaba extendida también por el territorio español. El cazador local de 82 años de edad Francisco Fernández Fernández asegura que era habitual su abatimiento en los terrenos arenosos de La Línea de la Concepción hasta los años 50. El veterano cazador, junto a su padre, Francisco Fernández Cobos, cazaba las perdices morunas en los terrenos próximos a la actual zona fronteriza entre ambos países. El desarrollo urbanístico de la ciudad gaditana y de la colonia británica restringieron su hábitat a las zonas más escarpadas de la roca, como son Upper Rock, Windmill Hill y las laderas ubicadas sobre La Caleta. Su población se estima en la actualidad en 30 parejas.
Un ave en peligro de extinción en la zona
La construcción de una estación terrestre satélite en sus principales lugares de nidificación ha necesitado de un acuerdo entre la Gibraltar Ornithological and Natural History Society y la empresa encargada de ejecutar el proyecto, ASC Systems, para que la especie siga reproduciéndose con normalidad.
A día de hoy se está desarrollando un programa de recuperación de la perdiz moruna realizando mejoras del hábitat y criando en cautiverio aves procedentes de perdices locales para su posterior liberación en el medio salvaje.
Hábitat en el que viven las 30 parejas de perdices morunas del peñón de Gibraltar.
Conoce a la perdiz moruna
La perdiz moruna es un ave endémica del norte de África. Se distribuye desde Marruecos hasta Libia. En Europa también la podemos encontrar en algunas islas mediterráneas como la italiana Cerdeña.
En España de forma natural únicamente se encuentran aves de la subespecie Barbara de manera reducida en Ceuta y Melilla, mientras que las poblaciones de la subespecie Koenigi de Canarias son introducidas. Se estima una población en Europa de entre 7.500 y 20.000 parejas.
La perdiz moruna es un ave terrestre de mediano tamaño con una longitud de entre 32 y 34 centímetros. Su plumaje es similar al de la perdiz roja, pero con tonos más apagados, con frente, píleo y nuca oscuros. Presentan colores grises en la garganta y pecho que contrastan con un collar pardo-rojizo moteado de blanco.
Su canto presenta grandes similitudes con la roja, pero es más agudo. Habita en zonas semidesérticas y esteparias donde se alimenta de hojas, raíces, yemas de plantas, cereales, leguminosas e insectos.
Las parejas reproductivas se forman de enero a marzo. Es una especie monógama. Efectúa una única puesta anual, de 10 a 14 huevos de color amarillo pálido con finas motas rojizas.
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