Un ciervo y un jabalí roban la comida de una barbacoa y de una cena romántica
El hambre hace perder la vergüenza a este jabalí y a este ciervo. Uno se sube con sus patas delanteras a una mesa donde estaba preparada la cena. Y el ciervo roba unas salchichas de una barbacoa.
Ambos animales carecen de modales y parecen desconocer las normas básicas a la hora de sentarse a la mesa porque no dudan en apoyar sus patas o comer directamente de la parrilla de la barbacoa.
La fauna salvaje, del campo a la mesa
No es la primera ocasión en la que podemos ver imágenes como estas durante el periodo estival. En España, en el municipio turístico almeriense de Mojácar, situado en la parte oriental de la provincia, a mediados de julio pudimos ver cómo una hembra de jabalí acompañada de sus crías devoraba, sobre la mesa de un restaurante, un plato de muestra de los que suelen situarse como reclamo para los posibles clientes.
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Al igual que en la localidad de la provincia andaluza un jabalí en la población francesa de Ramatuelle, ubicada en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, departamento de Var, en el distrito de Draguignan y cantón de Saint-Tropez, se abalanzó sobre una mesa situada junto a la piscina de una edificación. El animal, pese a la presencia de los propietarios, apoyó sus patas sobre la mesa para devorar los manjares que allí había.
Como elefante en una cacharrería, tiró al suelo, entre ellos, una copa de vino y varios de los elementos que había en el lugar donde se disponían a disfrutar de la romántica cena. Ante las arengas del dueño de la propiedad, el cochino abandona a regañadientes el lugar.
A los ciervos también les gustan las barbacoas
Desde pequeños siempre nos han enseñado que hay que esperar que sirvan la comida en la mesa. Este ciervo caníbal ha abandonado el veganismo, ya que coge con su boca una salchicha de la parrilla de la barbacoa en los que los sorprendidos excursionistas estaban cocinando su almuerzo.
La fauna salvaje parece haber perdido el miedo a los humanos sobre todo cuando el hambre aprieta, dando lugar a imágenes como estas, cada vez con mayor frecuencia.
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La mala educación a la mesa de este jabalí
Un jabalí de enormes dimensiones y provisto de grandes colmillos parece no conocer las normas básicas de etiqueta al sentarse a la mesa. Come con la boca abierta y no se lava las patas antes de empezar.
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