Las perdices visitan el hospital
Ver a una perdiz seguida de sus pollos siempre ilusiona a los amantes de la patirroja. Pero verlas en zonas urbanas siempre llama más la atención. Esta vez han sido grabadas en las inmediaciones de un hospital.
Las imágenes han sido grabadas por un cazador en la zona exterior de un hospital portugués, concretamente en el Beatriz Ângelo, de Loures. Allí, una perdiz adulta guía a varios pollos igualones por el parking del hospital. Las perdices llaman la atención de este cazador, que decide grabarlas y compartirlas con el resto de compañeros, siempre ávidos y receptivos cuando se trata de la reina de la cinegética menor.
Perdices urbanas, más común de lo que parecería
Sobre todo cuando van acompañadas de sus pollos, las perdices son vistas deambulando por las calles de pueblos y ciudades. Aunque también las hemos visto emparejadas, incluso cruzando calzadas por pasos de peatones.
Perdices por la calle
Un buen bando de perdices en las calles de un pueblo
Tan tranquilas, delante de un coche y sin asustarse por nada de lo que ocurre a su alrededor. Estas trece perdices ‘apeonan’ por la calle de este pueblo como si de un rastrojo se tratase.
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Las perdices entran al pueblo
Este bando de perdices ha sido grabado en un pueblo toledano. Lejos del monte, de los barbechos y rastrojos del campo, las patirrojas se adentran en las calles asfaltadas, entre coches aparcados y otros circulando.
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Ponédselo a los niños en las clases de educación vial: dos perdices cruzan por el paso de cebra
Este vídeo se ha hecho viral en pocas horas. Y no es para menos. En las imágenes, dos perdices cruzan una calzada de doble sentido por el paso de peatones. Y lo hacen delante de un coche que se detiene y cuyo copiloto graba la genial escena.
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Las perdices entran en los pueblos en busca del alimento que la nieve cubre en el campo
Un vídeo denuncia que las perdices también se ven obligadas a abandonar sus hábitats acostumbrados para adentrarse en núcleos urbanos. «¡Cómo estarán estos bichos de hambre que mirad dónde están!», exclama quien graba a las perdices.
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