Un zarzal, 15 jabalíes y una cacería para el control de daños a la agricultura
Llevaban toda la jornada sin levantar ni un jabalí con sus perros. Pero sabía que había muchos en la zona. Hasta que llegaron a un gran zarzal.
En una jornada en la que los perros no habían levantado ningún cochino, la diosa Diana les deparaba la consecución de un insólito lance por el número de animales abatidos en tan corto espacio de tiempo y espacio.
José Antonio Rodríguez junto a uno de los jabalíes que tiene en su haber.
La caza como control de las poblaciones de jabalíes
Uno tras otro fueron saliendo del zarzal los 15 cochinos que se encontraban en su interior. Fue gracias al formidable trabajo de la cuadrilla de podencos de Enrique, primo del cazador granadino José Antonio Rodríguez, que es el encargado de narrar para Club de Caza el espectacular momento de caza.
José Antonio junto a otro gran jabalí abatido, esta vez, en espera. A la derecha, espectacular trofeo de uno de los jabalíes abatidos por el cazador granadino.
Un lance múltiple
«Como cada domingo, mis primos, Fran y Enrique, y yo nos dispusimos a cazar al salto en un acotado situado en la Alpujarra granadina, comarca situada en la parte suroriental de la provincia de Granada, con la intención de abatir algunos de los jabalíes que estaban causando graves daños en los cultivos cercanos. La mañana transcurrió sin ningún tipo de sobresalto, ya que los canes no detectaron la presencia de ningún cochino, aunque la mancha delataba la presencia de estos.
Cuando nos habíamos rendido y dirigíamos a los vehículos, en un amplio zarzal se produjo una ladra. Le indiqué a mis primos que se ubicaran rodeando el mato para evitar la posible huida del jabalí que se encontraba en su interior.
Los cazadores granadinos y sus perros el día de la cacería por control de daños. A la derecha, la espera es una de las modalidades preferidas de este cazador.
El zarzal parecía que iba a salir andando
Hubo un momento en el que parecía que el zarzal ‘iba a salir andando’, debido a la batalla campal que se estaba produciendo en su interior entre perros y jabalíes. Me decía a mí mismo: ¿Qué hay ahí dentro?
El trabajo de los perros propició que uno tras otro, 15 jabalíes fueran abandonando su ocultación. Gritaba a mis primos ‘otro, otro…’. Abatimos entre Fran y yo 13 jabalíes, 5 y 8 respectivamente, mientras que los integrantes de otra cuadrilla cercana que se aproximaron para ver lo que sucedía derribaron a los dos restantes para sumar el número de 15. Me lo cuentan y no me lo creo», asegura el cazador.
José Antonio Rodríguez es un aficionado granadino apasionado a la caza del jabalí al salto y en espera. Abate cada temporada una media de 70 ejemplares, todos ellos en abierto y cuenta en su haber con más de tres decenas de notables bocas.
Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.
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