Granada

Escondía las llaves del vehículo de su padre cuando era pequeña para que no pudiera ir de caza sin ella

Una joven granadina de tan sólo 18 años ha hecho realidad su deseo desde que tenía uso de razón, ser cazadora. De pequeña su padre y su abuelo le preguntaban qué quería ser de mayor, a lo que respondía sin dudarlo: cazadora.


 Lorena Picadizo cazadora
Lorena Picadizo cazadora

La protagonista de este artículo es Lorena Picadizo, una joven granadina que hace escasas fechas cumplió la mayoría de edad. Como a todas las chicas de su edad, le encanta estar a la moda, la música, hacer deporte, bailar y salir con sus amigos, por supuesto, siempre priorizando sus estudios, pero lo que realmente apasiona a Lorena es ir de caza junto a su padre y sus perros.

Acompaña a su padre, Gabriel, desde que contaba tan sólo con tres años. En las jornadas de zorzales a puesto fijo, donde ya la cazadora abatía, de forma imaginaria, sus primeras piezas mientras degustaba las viandas que había preparado su madre, Toñi.

 Lorena Picadizo
Lorena Picadizo

Lorena junto a su padre tras una jornada de caza al jabalí. A la derecha, Siffer.

De mayor quiero ser cazadora

Era tal su pasión por la caza que desde que aprendió a hablar, cuando su padre y su abuelo le preguntaban en las reuniones familiares qué quería ser cuando fuera mayor. Simplemente decía «quiero ser cazadora», no contestando como el resto de las niñas de su edad, médica, bailarina, influencer, cantante, abogada, deportista, etc.

Entre risas, nos cuenta que escondía las llaves del coche de su padre en su cama para que no se pudiera ir de caza sin despertarla.

 Lorena Picadizo

Una jovencísima Lorena junto a su perro preferido, Goliat.

Cazadora al salto de conejos y jabalíes

Las modalidades que le apasionan son la caza de conejos y jabalíes al salto junto a sus perros de la raza podenco andaluz, a los que suma en el caso de la caza del suido con dogos argentinos y alanos españoles.

Pese a su corta edad, hay dos canes que han marcado su trayectoria cinegética. El dogo Goliat y la podenca cruzada con pachón navarro de nombre Siffer.

 Lorena Picadizo

A Lorena le apasiona acompañar a sus perros tras jabalíes y conejos.

La primera pieza de la cazadora fue un jabalí

En la caza, la joven granadina entró por la puerta grande, ya que su primera pieza fue un jabalí cazado en mano en una jornada de caza desarrollada en la Alpujarra granadina, comarca española situada en la parte suroriental de la provincia de Granada. Lo abatió fechas más tarde de obtener la licencia de caza, a los 14 años, con un escopeta superpuesta del calibre 12 de la marca Laurona.

El lance tuvo lugar durante la celebración de una cacería en mano, en esta ocasión con los perros de un compañero. La cuadrilla de canes detectó la presencia de un cochino en la parte más profunda de un barranco cubierto de zarzas. Después de una intensa lucha de los perros con el marrano, lograron hacer que huyera de su ocultación. La cazadora, que estaba perfectamente ubicada en una de sus posibles vías de escape, apretó el gatillo en dos ocasiones. El primero de los disparos, que efectuó de manera precipitada fruto de los nervios, impactó a la derecha del animal, mientras que el segundo logró herirlo. Después de una trepidante carrera tras el cochino, extenuados, su padre y a la cazadora, lograron hallarlo sin vida entre la maleza.

En el transcurso de esa temporada abatió también su primer conejo y su primera perdiz autóctona.

 Lorena Picadizo

Acoso animalista

Como la inmensa mayoría de las mujeres cazadoras, ha sufrido insultos por publicar imágenes de caza en redes sociales, lo que le ha llevado a restringir la posibilidad de comentarlas a personas no afines a su perfil de Instagram y Facebook.

 

Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.

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