Galicia

La Fiscalía Provincial de Lugo investiga a una animalista que adoptó más de 17 perros que ahora están muertos o desaparecidos

Las pruebas preliminares demuestran que a nombre de la investigada figuraban al menos 24 perros que adoptó o acogió temporalmente. Este caso hace patente la falta de supervisión y control por parte de ciertas protectoras de la idoneidad de los adoptantes.


 Animalista perros muertos o desaparecidos
Animalista perros muertos o desaparecidos

Inexplicablemente la investigada solicitó la adopción de 20 perros en el último año a varias protectoras de la zona. Una de estas asociaciones animalistas, al no recibir información alguna de los canes adoptados por parte de la adoptante, denunció los hechos. De las perreras de esta protectora salieron en el último año ocho perros en dirección a la vivienda de la investigada. Los fiscales especialistas de Medio Ambiente, a demanda de la protectora lucense, abrieron diligencias y, tras realizar las oportunas pesquisas, han sabido del fallecimiento de seis de estos canes, mientras que hay once animales que se encuentran en paradero desconocido.

Una influencer del animalismo que tenía su propio canal de YouTube

El modus operandi de la animalista era ofrecerse como adoptante y como casa de acogida de animales, a lo que la protectora al parecer asintió sin realizar un estudio previo de viabilidad ante tal aluvión de solicitudes de adopciones por la misma persona en tan poco espacio de tiempo.

Según La Voz de Galicia, «desde el momento en que salían de las instalaciones se les perdía la pista y no se volvía a saber nada de ellos. La sociedad de animales de Lugo reafirmó en su denuncia que desconocía el paradero de los animales que había dado en adopción y que pudo confirmar la muerte de otros cinco canes que dio en acogida a la investigada».

Nos preguntamos si no hay control alguno por parte de las protectoras españolas de los canes adoptados. ¿Cómo ha podido ocurrir esto?

Muertes de los perros en extrañas circunstancias

Según los informes que ha recopilado la Fiscalía, las causas de los fallecimientos de los canes fueron por muerte natural debido a problemas cardíacos, epilepsia o muerte súbita, atropello y eutanasia.

La investigada solicitó eutanasiar varios animales en distintos veterinarios, a lo que se negaron rotundamente buena parte de estos profesionales al no haber motivos que justificaran el sacrificio.

Muchas de las bajas de los microchips fueron tramitadas en un mismo día, siempre por un veterinario. Cabe destacar que muchos de los animales dados de baja pudieron ser vistos posteriormente en vídeos en directo después de sus muertes oficiales. ¿Cómo ha podido un veterinario certificar la muerte de los cánidos?

Pese a estar investigada en los últimos años, según La Voz de Galicia, continuó realizando adopciones de yeguas, cabras, cobayas o corderos sin impedimento alguno por parte de las protectoras.

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