Tropieza y se le dispara la escopeta: herido por un disparo accidental de un compañero mientras cazaban conejos

El suceso tuvo lugar ayer por la mañana cuando el hombre resultó herido de gravedad tras recibir un disparo accidental de un compañero mientras se realizaba una batida para controlar los daños de conejos en una finca frutícola en Alpicat. El accidente se produjo entorno a las ocho de la mañana, cuando dos hombres se habían citado para controlar la población de conejos. Al comenzar la jornada de caza uno de ellos tropezó y disparó accidentalmente su arma, el propietario de la finca se había adelantado unos metros y resultó herido en la parte baja de la espalda.

Autoridades y sanitarios

Tras el incidente, al lugar de los hechos tuvieron que desplazarse distintas patrullas de los Mossos d'Esquadra, quienes abrieron diligencias para tratar de esclarecer lo que había sucedido realmente. Por otro lado, llegaron dos ambulancias del Sistema de Emergencias de Médicos.

Se realizó una primera revisión médica en el lugar de los hechos y, tras ello, el herido fue evacuado al hospital Arnau de Vilanova con un pronóstico grave, siguiendo la víctima ingresada en la tarde de ayer.

Consecuencias COVID-19

El descontrol poblacional con especies como el conejo y otras, deriva en parte de las restricciones de movilidad impuestas en la pandemia por la COVID-19. La situación se vio agravada en fincas de cultivo de comarcas como llano de Lleida, así pues, como ya se publicó a través de SEGRE, a principios del mes de julio, seis de ellas abrían la veda para cazar estos animales.

Se trata de una medida que la Generalitat reservaba para zonas donde el incremento de la especie provocaba daños en la agricultura. Así, hasta el próximo 31 de agosto los cazadores del Urgell, el Pla, el Segrià, la Segarra, la Noguera y Les Garrigues pueden abatirlos mediante escopetas y con la ayuda de hurones, halcones y sin necesidad de ningún permiso especial.