Cantabria

Detienen por la fuerza el derribo de un puente que dejaría incomunicados a vecinos y vaquerías

Una señora, palo en mano, grita una y otra vez al agente de la Guardia Civil «No le toques». Se refiere al conductor de una dúmper, Carlos Hevia, representante del Grupo Popular del pueblo, que acaba de embestir a los vehículos oficiales.


 se lleva coches Guardia Civil por delante Serdio demolición puente
se lleva coches Guardia Civil por delante Serdio demolición puente

Las patrullas acudieron en previsión de la resistencia de los vecinos a una demolición que les afectaría negativamente en su trabajo.

El origen de la disputa

Los agentes están allí porque la Administración ha decidido demoler un puente que cruza por encima de la vía del tren Santander-Oviedo. Los afectados por la demolición, todos vecinos de Serdio, en Val de San Vicente, Cantabria, intentan evitarlo. Quedarían incomunicadas varias vaquerías.

El Grupo Popular había pedido anteriormente a la Delegación del Gobierno y a Adif que reparasen el puente en lugar de demolerlo.

 derribo puente Cantabria
derribo puente Cantabria

Los vecinos de Serdio habían pedido que se reparase el puente en lugar de demolerlo.

¿Por qué se niegan a que se derrumbe el puente?

No es la primera vez que detienen la demolición. El pasado 11 de junio, la presión vecinal ya detuvo las obras. El diputado regional del PP había pedido a la Delegada del Gobierno en Cantabria que «cesasen en su obstinación por tirar una infraestructura que el pueblo considera fundamental».

Ya se ha tirado otro puente, el de Los Táganos de Pesués. Si derrumban este, los vecinos deberían hacer un camino de seis kilómetros más para cruzar el trazado ferroviario. Esto supone un gran inconveniente para los ganaderos de ambos lados del puente.

Cientos de comentarios de apoyo al mundo rural

En las redes sociales, son muchos los comentarios que apoyan a estos vecinos en su lucha porque les arreglen el puente en lugar de tirarlo abajo.

Finalmente las máquinas han tenido que retirarse y el puente, de momento, sigue en pie.

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