Caza de jabalíes gigantes de más de 200 kilos
Caza jabalíes enormes y pilotar coches en ralis le genera la misma adrenalina a este cazador argentino. Nos cuenta cómo es capaz de abatir ejemplares de más de 200 kilos.
Heredó ambas pasiones de sus abuelos, materno y paterno. Corredor de ralis y cazador. Su afán competitivo le ha llevado a resultar subcampeón de Argentina de ralis y a cazar jabalíes de más de 200 kilos.
Cazador y conductor extremo
Ale Moroni, argentino de la provincia de Córdoba, ubicada en medio de las praderas de la pampa y las laderas de las Sierras de las que recibe su nombre, heredó su pasión por la caza de su abuelo Lelo, al que acompañaba de caza y de pesca. En cambio, de Nereo, su otro abuelo, recibió la pasión por los coches y la competición.
El cazador junto a su pareja.
Sus quehaceres profesionales y la alta competición, compite en el campeonato nacional de ralis de Argentina y en el trofeo sudamericano, le impidieron continuar con la actividad cinegética. La imposibilidad de seguir compitiendo ante la suspensión de las diferentes pruebas de coches debido a la pandemia le han permitido retomar su pasión por la caza.
Celebra su cumpleaños de caza
Después de obtener la licencia de caza y el permiso de armas, un amigo, Mario Berridi, diseñador gráfico, le invitó a cazar el fin de semana de su cumpleaños, a primeros de mayo. Ale nos dice entre risas «iba de prestado. Me prestaron el arma y toda la ropa».
Lo situaron en una baña en el interior de una zona de densa maleza de La Pampa.
Jabalí cazado el pasado lunes.
La primera noche, después de muchas horas de espera, no pudo disparar a ninguna pieza. La adversidad, en lugar de amilanar a este competidor nato, le animó aún más, ya que el segundo día volvió dispuesto a no abandonar la charca hasta no abatir una pieza. Y así fue como logró hacerse con su primer cochino, una hembra de 60 kilos, después de un certero disparo con el rifle que le prestaron, del calibre .30-06.
Su afán competitivo le hizo desistir rápidamente de enfrentarse a jabalíes de mediano porte. Sólo abate grandes machos, aunque tenga que permanecer diez noches seguidas en el cazadero. No dispara sobre ningún animal que no cumpla sus altas expectativas, aunque visiten el agua, según Ale, más de 400 cochinos.
A la derecha, abuelo Lelo, abuela Eve y prima Cristina.
Un impresionante jabalí después de 37 horas de espera
La noche del pasado lunes 28 de junio abatió un jabalí de espectaculares defensas después de tres noches de espera. Conoció la existencia del macareno al ser avisado por el guarda del acotado. Necesitó 37 horas de aguardo, repartidas en tres noches, para vencer la partida al astuto ejemplar.
El tercer día, el gran jabalí entró a la charca a la 19:30 horas, 90 minutos después de situarse en el apostadero. El cazador lo abatió de un único disparo de su rifle de cerrojo, un Tikka del calibre .308. En el transcurso de los tres aguardos, el esperista tuvo a tiro más de 40 jabalíes.
Jabalí de 120 kilos e impresionantes navajas.
Un jabalí de más de 200 kilos
El mayor cochino que ha abatido en su vida, en marzo del año 2020, ha sido un impresionante ejemplar de 210 kilos. En una de sus jornadas de observación en busca de las huellas de algún gran jabalí, vio las marcas dejadas por un gran animal en una pequeña charca en lo más intrincado del monte. Su tamaño le hizo dudar de que se tratara de un becerro, eran enormes. Pese a esto, decidió probar suerte y, después de dos noches de espera, pudo ver cómo un impresionante animal se dirigía al punto de agua.
«Eran las 22:00 horas y el corazón comenzó a latirme con rapidez como si se tratara del último tramo cronometrado de una gran carrera. Apunté al codillo del solitario cuando estaba a 160 metros. Un único disparo derribó a la mole de más de 200 kilos. Me sentía igual de feliz que los días que he resultado victorioso en alguna prueba».
Junto a estos dos grandes ejemplares, el cazador cuenta entre sus trofeos con otro animal de impresionante trofeo y 170 kilos.
Jabalí de 210 kilos, el mayor abatido por este cazador argentino.
Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.
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